Visión financiera
La innovación está acotada. El 80% de las nuevas ideas sólo se restringen a cambios incrementales mientras los mercados se limitan a transformaciones dentro de ellos. Sin embargo, hay quienes deciden romper las barreras autoimpuestas y conformar nuevas plazas.
Estos creadores son profesiones con alta demanda y paradójicamente son muy escasos, especialmente en economías emergentes, donde abundan los mercados incipientes e inexistentes.
Los nuevos “magos” parten de productos y servicios complicados y costosos para volverlos simples y asequibles. Luego los hacen llegar a las personas. Estos empresarios disruptivos crean una fuerte alianza entre descubrimiento y logística.
Para lograr establecer este nexo se requieren dos características.
El Grupo de Investigación de Prosperidad Global en el Instituto Clayton Christensen para la Innovación Disruptiva, develó los rasgos de los creadores de mercados.
Uno esencial es la humildad o apertura al aprendizaje. “Mirar todo con ojos de aprendiz” implica no aferrarse a una hipótesis inicial, sino confiar en el proceso continuo de aprendizaje y error. También es abrazar el aprendizaje continuo.
Aunque parezca raro, la humildad es una característica que no poseen muchos líderes empresariales porque estamos imbuidos en una cultura binaria de éxito y fracaso.
Un ejemplo de este tipo de empresa es Google, sustentado en el aprendizaje continuo a través de sus programas de formación interna, iniciativas de desarrollo profesional, cultura de Innovación y experimentación y evaluación y retroalimentación continua-
Otra de las características de estos creadores de mercados es el pensamiento sistémico, Es decir, fragmentar una idea para ver cómo llegar al usuario final. No se trata de concentrarse en la solución, sino en percibir las barreras subyacentes para que sea asequible. Implica abordar todos los puntos de distribución y logística.
Por supuesto, en este proceso pueden aparecer barreras no imaginadas en distintos puntos de la gestión, como impedimentos financieros o estructurales. Se trata de crear la infraestructura subyacente para respaldar un producto y la plaza recién creada.
Entonces, la capacidad de pensar en sistemas complejos sea crítica.
Un ejemplo es Toyota, reconocida mundialmente por su enfoque en la producción ajustada (Just-In-Time, JIT) y la gestión de la calidad total (TQM), ambos fundamentados en el pensamiento sistémico.
Producción ajustada (JIT), gestión de la Calidad Total (TQM), Kanban y los ciclos de retroalimentación y la colaboración y participación de los empleados son áreas en las que se emplea el pensamiento sistémico en esta empresa.
Algunos de los creadores de mercado son Uber, Airbnb, Netflix y Amazon.