
Itinerario político
El estrés y las depresiones generan acciones compulsivas
“Por desamor cómo. Por un enorme sentido de soledad de atiborro de azúcares y grasas. Por los subibajas emocionales en los que me encuentro gano kilos y kilos de peso. La tristeza me mantiene obeso…”
Estamos en un mundo en el que el estrés y las depresiones generan acciones compulsivas. El 90 por ciento de las personas con obesidad en el mundo son comedores emocionales. Las aflicciones afectivas se “recompensan” con alimentos altamente gratificantes a nivel organoléptico pero que resultan dañinos: grasas saturadas y azúcares en alimentos chatarras, refrescos y postres.
Hoy se pone en boga la idea de que el comer e incrementar considerablemente el peso nos “blinda” de un exterior adverso y amenazante. Comer con o por ansiedad genera una falsa barrera de protección ante el miedo. La barrera de grasa nos pone a salvo de un mundo incierto.
Comer evade añoranzas y soledad, desvanece el sentido de vacuidad, te protege de los “otros”, de nuestras emociones y de lo desconocido.
Un estudio científico elaborado por la firma Cambridge Weight Plan, en Australia, concluyó tajante que el 90 por ciento de las personas obesas son comedoras “emocionales”. Esto implica que el temor, la ansiedad, el dolor y las aflicciones en general son las pautas para ingerir comestibles y bebidas. Como se trata de “compensar” se opta por alimentos procesados, edulcorados artificialmente y ricos en sales y azúcares: deliciosos al paladar, altamente adictivos y con un alto contenido de kilocalorías.
En México, el país con mayor cantidad de obesos a nivel mundial según la FAO, también posee un alto índice de personas que padecen depresión, trastornos de pánico, bipolaridad, esquizofrenia y trastornos obsesivo-compulsivos. Esto conlleva a establecer la conexión entre anomalía mental y comedores compulsivos.
Es hora de aprender a comer. Alimentarnos no como recompensa emocional sino para nutrirnos, optar por la variedad y el balance, por combinaciones que permitan la ingestión de todo tipo de nutrientes y hasta sabores agradables, pero no adictivos. Ese es el reto actual en la industria de alimentos y bebidas. Es el reto que buscan firmas diversas en las que un atractivo adicional puede ser el bajar hasta 10.8 kilogramos en dos meses sin rebote…Es uno de los retos cumplidos de Cambridge.
Y mientras disfrutas de tus alimentos, es conveniente olvidarnos de la panacea del bote de helado ante las rupturas amorosas. Es hora de concientizarnos de las emociones y asumir como precioso el aquí y ahora. Llámale mindfulness o como quieras. Es aprehender totalmente el momento con tus cinco sentidos, pero también con el vasto mundo de tu mente y con todo aquello que está en el cofre del subconsciente: el corazón.
Entonces sí. Vamos a saborear la vida momento a momento…