Presupuesto y fiscalización/David Colmenares Páramo
Construir nuestra historia
¿Qué historia hilvanas ahora, qué nuevas proezas realizarás, a quiénes de tus personajes favoritos de éste u otros mundos convocarás?
Cada día que transcurre escribes la narrativa de tu vida. Eres tú quien determina lo que deseas experimentar momento a momento, lo que quieres develar de ti y los otros, pero también las situaciones que imaginas las llevas a este plano tridimensional que llamamos verdad.
Así, es mirar lo que ahora eres y posees para saber qué decidiste llamar a tu vida. Tu misma fisonomía es la “entrega” de tus deseos. Y cada instante es la oportunidad de reconstruir tu propia historia, de alentar lo que amas, de transformarte en lo que deseas, de volver real lo que admiras… curiosamente lo que más desea ya lo tienes en ti mismo.
Vuélvete la fuerza que atisbas en otros, envuélvete en prudencia y silencio para hallarte, conviértete en luz y en abrazo, en la sonrisa que te regaló una vez la vida, en el orgullo de tus raíces, en todo lo que importa, en los sueños postergados…
Reconstruye tu vida. Detecta que deseas cambiar, que quieres volver más nítido, que deseas experimentar.
Y cada día, minuto a minuto, develarás la persona que realmente amas, aquella que siempre quisiste ser.
Hay quienes después de un suceso cualquiera, que abre el parteaguas de lo vivido, decide “reinventarse”, aparecer como un ser nuevo para honrar lo vivido o a una presencia trascendental. Se reconstruyen totalmente, al grado de modificar su línea biográfica.
No es extraño. Los grandes cambios se gestan desde dentro, de las ideas, imaginación, pensamientos y emociones. Todo esto trasforma la materia y el cuerpo. La ‘realidad’.
Si ahora estás enfermo o tienes problemas desestimarás tu papel de creador de realidades, de generar lo que ahora vives. Pero aún lo más triste conlleva una enseñanza que tú necesitabas experimentar. Esa necesidad tiene que ver con metas más allá de satisfactores momentáneos o ego. Se relacionan con la gran misión que viniste a cumplir en esta vida.
¿Quién eres realmente, qué le entregas a la vida, que haces en el día a día que te hace feliz? Porque la felicidad es brújula y destino. Las emociones divulgan lo que ahora creas. Si vas por sendas certeras experimentarás serenidad y certeza. La inquietud te alerta acerca de tus equivocaciones.
A un extremo de tus emociones está el amor. En el lado opuesto el miedo. ¿Qué quieres vivir? Porque en relación a esto te transformarás. Sé entonces monte, vergel o agua. Conviértete en paciencia y fé, sé canto, mariposa o luna. Sé placer, sosiego o primavera y esperanza.
Conviértete en un sabio, en el sol o en un mago, decántate por una Emperatriz… o solázate al ser sólo tú.