Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de noviembre de 2017.- Miles de personas abarrotaron el panteón de San Nicolás Tolentino, en la Delegación Iztapalapa para visitar a sus seres queridos que “se les adelantaron en el camino” para conmemorar el tradicional Día de Muertos.
Con banda, mariachi, con un trío o hasta a capela, decenas de familias cantan y celebran a sus difuntos, adornan sus tumbas y llevan la comida y objetos que en vida gustaban a los finados, en este día que regresan del más allá para convivir con los vivos.
Desde temprana hora, el panteón de San Nicolás Tolentino comenzó a recibir a los miles de visitantes que este día se dedican a limpiar y arreglar la última morada de sus seres queridos.
Algunos acuden año con año para festejar, pero hay otros tantos que visitan por primera vez, pues el índice de decesos en esta demarcación es alto.
Familias enteras, como los Sánchez, convierten las tumbas en verdaderos lugares de fiesta, con comida, música y muchas flores, adornan el lugar; el dolor ya no es parte de ellos.
Otros prefieren montar altares tradicionales, otros más, hablarnos solas con su difunto, pero hay quienes año con año, como la familia de Iván, aficionado al fútbol, a quien desde hace 13 años recuerdan, visitan y adornan con objetos relacionados a su equipo favorito.
Pese a que pueden ser varios miles de personas las que visitan este camposanto, hay decenas de tumbas que yacen en el olvido, otras más, lucen vacías, en espera de que sean ocupadas.
Por parte de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, se reportó saldo blanco en este día en los casi 120 panteones de la capital; en breve comunicado, la dependencia señaló que el aforo de visitantes ha sido menor que el presentado el día de ayer en los mismos lugares.