Teléfono rojo
Fernando Castro Trenti será el candidato del PRI para Baja California, en la única elección de gobernador de este año, cuando 14 estados elegirán a 12 de alcaldes y 12 de diputados locales. El 7 de julio estarán en juego 2,181 cargos electorales en total.
El PRI lleva delantera por ser el partido mayoritario y gobernar 13 de esos estados; influirá el vuelo que lleve entonces el presidente Peña Nieto y que sus gobernadores son muy duchos en menesteres comiciales: mientras PAN y PRD están desmadejados.
El PAN carece de un buen gallo para el gobierno de Baja California, que lo tiene desde hace 24 años. Por el PRI buscaron la candidatura, entre otros, el diputado Castro Trenti y Jorge Hank Rhon, ex alcalde de Tijuana, derrotado hace 6 años.
Al PAN se le murió el secretario de Gobernación Francisco Blake, que antes fue secretario del gobierno local; su sucesor Cuauhtémoc Cardona no tiene espolones y pone en riesgo el reinado panista, que inició Ernesto Ruffo Appel en 1989 como primer gobernador de oposición en la era priísta
Los 2,181 puestos de elección a disputar son: 1 gobernador, 441 diputados (271 de mayoría y 170 plurinominales) y 1,348 alcaldes (930 que escogerán los partidos y 418 oaxaqueños por usos y costumbres).
Coahuila sólo elegirá 38 alcaldes e Hidalgo 30 miembros del Congreso local, 18 de mayoría y 12 de representación proporcional.
Esta elección influirá mucho para la de 2015, cuando se renovará la Cámara de Diputados y el PRI querrá lograr su propia mayoría absoluta (la mitad más uno), pues hoy la completa con su aliado el Partido Verde.
De los estados con elecciones, Baja California es gobernada por el PAN y 3 más lo fueron (Aguascalientes, Chihuahua y Tlaxcala); Zacatecas fue del PRD; Oaxaca, Puebla y Sinaloa se los arrebataron al PRI hace 3 años las alianzas PAN-PRD, que encumbraron a gobernadores que hacen lo que les conviene, sin dar cuenta a partido alguno.
Ningún mandatario de esos ha dado el do de pecho, y no sería raro fueran derrotados por el tricolor.
En Oaxaca Gabino Cué sigue a López Obrador; en Sinaloa, Malova obedece al exgobernador priísta Juan Sigfrido Millán, asistía a reuniones de ambos partidos, pero ya no lo invitan por su inclinación al tricolor e ineficacia para gobernar.
Rafael Moreno Valle, de Puebla, gente de Elba Esther Gordillo, se inclina al PAN, pero en la práctica hace lo que quiere y parece acercarse al PRI, sin contar con las simpatías del presidente Peña Nieto.
De los 2 millones 800 mil electores convocados a estos comicios: 5 millones 373, 706 son de Veracruz; 3 millones 967,084 de Puebla; 2 millones 623, 824 de Oaxaca; 2 millones 518,269 de Chihuahua; 2 millones 460,277 de Tamaulipas y 2 millones 361,482 de Baja California.
El peso del gobierno de Peña Nieto podría ayudar a los 10 gobiernos del PRI, en especial a estados que, como Chihuahua y Tamaulipas sufren violencia, y Coahuila, que vive la pugna entre los hermanos Rubén y Humberto Moreira, actual gobernador y ex, por la enorme deuda y fuertes nexos con las mafias que uno heredó al otro.
Jesús Zambrano, jefe nacional del PRD, logró una alianza con el PAN en BC y busca otras en más estados, asustado por los ataques de las tribus internas y el embate despiadado del Peje, que desea robarle miembros al partido que lo encumbró y al que terminó por traicionar.
Será la primera prueba comicial de ácido que enfrente el Pacto por México. De superarla, se abrirá un futuro promisorio para el país.