Jubileo 2025: Llevar esperanza a donde se ha perdido/Felipe de J. Monroy
Salvador Flores Llamas
Con 303 votos electorales por 206 Barack Obama venció a Mitt Romney tras la presidencia de Estados Unidos, un margen muy superior al esperado, pues el republicano creía tener ya la Casa Blanca en la bolsa.
Clave del triunfo del demócrata fueron: 1) el voto de los afros, los latinos, las mujeres y jóvenes; 2) exhibir a Mitt como empresario que cierra factorías y enemigo de las clases medias; 3) más que tocar el tema económico, habló de un país con proyección, al que quiere guiar a la victoria como 4) un presidente que ya aprendió a serlo.
El reelecto puede influir, más preparado como presidente, en una mejor distribución de la riqueza y reforzar las clases medias, base de la vida estadounidense, menospreciadas por los republicanos, partido de los grandes empresarios.
Los datos revelan que el sufragio latino fue decisivo en la relección de Obama, por lo que él tendrá buen cuidado en promover la reprometida reforma migratoria, y sería gran torpeza de los republicanos que la sabotearan de nuevo, pues se cerrarían la posibilidad de ganar el voto hispano, que crece exponencialmente allende el Bravo.
En 2008 representó el 9 por ciento de la votación total; ahora fue el 15%.
Peña Nieto, en su inminente visita, hallará un Obama más sensible a mejorar la relación con México: menos trabas a nuestras exportaciones, revisar y equilibrar la estrategia común de ataque al crimen organizado, y más respeto para los mexicanos.
La reforma migratoria, renovada promesa, beneficiaría a nuestros paisanos allá y a sus familias y comunidades acá por el aumento de las remesas.
En la victoria influyó que, por el embate del huracán Sandy Obama dejó su papel de candidato y se asumió presidente, fue a visitar a los damnificados de Nueva Jersey y Nueva York y ordenó los auxilios durante tres días, con una gran exposición mediática, mientras Romney fue arrinconado y sin ella.
El ex presidente Clinton y el vicepresidente Joseph Biden tomaron su lugar en la campaña, en estados definitorios: Ohio, Florida, Pensilvania, Michigan, tierra de Romney y donde fue gobernador (que perdió por diferencias con los sindicatos) y finalmente fueron para los demócratas.
Pensilvania, Iowa y New Hampshire empezaron a perfilar la relección de Obama, cuando los votos electorales eran muy peleados y el popular (que no cuenta directamente) favorecía a Romney.
Sin duda el carisma y la oratoria fueron determinantes en la relección de Obama, que ahora ya no enfrentará la crisis financiera que le heredó Bush en toda su crudeza, pero sí sus consecuencias, como la mega deuda y la caída de la economía y el empleo, que serán prioridades sin duda en los próximos cuatro años.
La economía fue preocupación dominante en el 70 por ciento de los electores.
La victoria demócrata pareció apurada muchas horas del super martes, porque la mayoría de votos electorales caían del lado republicano; pero cuando fueron apareciendo los de la costa este de la Unión Americana fue equilibrándose la contienda. La puntilla la dieron los estados de la costa oeste, con California a la cabeza, pues tiene 45 sufragios, el mayor volumen.
No porque sea normal en EU debe dejar de subrayarse en Romney el reconocer su derrota y felicitar al presidente, a quien deseó éxito en su gestión, por el bien de su país y del mundo.
Gesto de civilidad política, que ya nos hace falta en México de parte de quien quiere que le regalen la Presidencia, sin ganarla.
QMX/sfl