Abanico
Dividido en calderonistas y maderistas, Acción Nacional aún no digiere la debacle electoral del 1 de julio y mucho menos encuentra el camino para recuperar el poder, anhelo ferviente de sus miembros.
El jefe nacional Gustavo Madero rechaza que el PAN sufrió una desbandada al perder el poder, pues del millón 868, 567 de afiliados sólo refrendaron militancia 368; los demás en mayoría son oportunistas que ingresaron para obtener chamba.
Preocupan a Madero los estados de Jalisco, México y DF, porque en uno perdió el gobierno Guadalajara y otros municipios; en el segundo la franja azul de ayuntamientos; en el tercero sólo conservó la delegación Benito Juárez, y su número de diputados bajó mucho en los tres.
Además, de 13 estados que llegó a gobernar sólo conserva Baja California, BC Sur, Guanajuato, Puebla, y éste con los asegunes de Rafael Moreno Valle
Todo eso pone al PAN en serio peligro ante los 14 procesos electorales de 2013, cuando se jugará la gubernatura de Baja California, que ganó en 1989, sin tener un buen prospecto y entregó los 5 municipios hace tres años.
Hay panistas que critican a Madero por respaldar el Pacto por México de Peña Nieto, pese al papel histórico de oposición del PAN; pero él dice que sólo desea ser una oposición constructiva y razonable, no como PRI y PRD en los sexenios panistas.
Añade que continúa la línea de Calderón, quien como presidente saliente colaboró estrechamente con Peña Nieto en la etapa de transición, como no lo hicieron los regímenes priístas ni el panista de Fox.
Senadores calderonistas lo llamaron a cuentas. liderados por Ernesto Cordero; no llegó la sangre al río, pero se fijaron posturas de cada lado y quedó claro que Felipe pugnará por controlar el partido.
El añora no haberlo hecho desde Los Pinos, al equivocarse en poner a Germán Martínez y César Nava de jefes nacionales, que fracasaron, hundieron al PAN y lo ayudaron a él a entregar el poder.
También escogió a Madero para líder, pero se arrepintió y lanzó a Roberto Gil, su secretario particular, al que los panistas vieron como el candidato oficial y lo rechazaron por su inveterada actitud antiimposicionista.
Al fracasar también en imponer a Cordero de candidato presidencial, rodeó a Josefina Vázquez Mota de corderistas e incondicionales; por eso ella nada quiera saber del michoacano, aunque él quiera hacer las paces
Por sus errores partidistas no extrañó que Felipe perdiera el poder, mas no desea perder también el partido, pero lo mejor sería que lo olvidara, pues si como Presidente lo hundió, qué no hará fuera de Los Pinos, máxime que no cuenta con los panistas más experimentados.
Pierde a Madero su debilidad y falta de liderazgo, cuando el PAN requiere un líder que encauce su reconstrucción, rechace imposiciones y busque las mejores vías para salir del hoyanco en que lo hundieron Fox y Calderón.
Muchos panistas rechazan de jefe nacional a un calderonista y a Madero y reclaman alguien que les de nuevos aires y enfile al partido por el camino democrático que señalaron los fundadores con panistas sin ataduras.
Deben expulsar a los expertos en inflar padrones y acarrear clientela para ganar cargos, como Roberto Tabe, nuevo jefe regional en el DF, considerado el mapache mayor, seguidor de la senadora Mariana Gómez del Campo que impuso a Jorge Romero como jefe delegacional en Benito Juárez.
QMX/sfl