
Alfa omega
El Papa Francisco aceptó recibir a la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner tan pronto se lo solicitó, no obstante que ella desechó más de 14 solicitudes suyas de audiencia cuando era cardenal arzobispo primado de Buenos Aires.
Fue el primer jefe de Estado a quien concedió audiencia, inclusive antes de su coronación y la invitó a comer, pese a que ella ordenó entregar a los cardenales electores, previamente al inicio del consistorio, un expediente calumnioso sobe el cardenal Bergoglio, para evitar que fuera elegido.
Al conocerse la elección del Papa argentino, el gobierno de Cristina desató virulenta campaña mediática y revivió las calumnias contra el cardenal Bergoglio por sus críticas a la dinastía Kirchner por enriquecimiento ilícito, injusticias, aumento de la pobreza e inseguridad y por la aprobación de los matrimonios gay.
Además diputados oficialistas impidieron que en su cámara se informara siquiera de la elección del Papa Bergoglio; mientras la senadora Negre de Alonso interrumpió su intervención en su cámara para dar la fausta noticia y felicitar al nuevo Sumo Pontífice, tan pronto se conoció la noticia.
En contraste con la alegría que desató entre los argentinos la elección de su Papa, la presidenta le envió un lacónico mensaje: “Es nuestro deseo que tenga, al asumir la conducción y guía de la Iglesia, una fructífera tarea pastoral desempeñando tan grandes responsabilidades en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y de la paz de la humanidad”
Contrastó también con la felicitación que envió al fallecido presidente Hugo Chávez, al ser reelecto en octubre pasado: “Hugo, hoy quiero decirte que has arado en la tierra, las has sembrado, la has regado y hoy has levantado la cosecha.
“Felicitaciones al pueblo venezolano por la ejemplar jornada democrática. Por la alegría y por la paz. El amor es más fuerte que el odio”, suscribió la presidenta Fernández.
Claro, Chávez no sólo financió las campañas electorales de Cristina, sino le dio dinero para cubrir créditos vencidos del fondo Monetario Internacional, pues ella y su fallecido esposo Néstor Kirchner, que le heredó el cargo, se enriquecieron exponencialmente; como lo denunció el cardenal Bergoglio.
Una prueba más de la expoliación de los Kirchner fue que el avión “Tango Uno” aterrizó en Marruecos, de donde la presidenta y su gran comitiva oficialista para la coronación papal, voló a Roma (en otra nave) para evitar fuera embargado por los jubilados argentinos a quienes Kirchner cambió sus ahorros por bonos fraudulentos del tesoro.
Para que no ocurriera lo mismo que a la Fragata “Libertad” de la Escuela de Marina de Argentina, que fue embargada en un puerto extranjero.
¿Habrá entendido ya la presidenta argentina que “el poder es el servicio”, como dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa de su coronación?
Posdata.- Vaya un chiste: ¿Quién aguantará ahora a los argentinos con un Papa, el mejor futbolista del Mundo, Messi, y la próxima reina de Holanda, Máxima?
QMX/sfl