ACENTO: Planteamientos de Peña Nieto en Europa

Enrique Peña Nieto acordó con el presidente Francois Hollande relanzar la relación diplomática entre México y Francia, deteriorada por el affaire Florence Cassez, y abogó por que éste ya no la determine ni contamine.

Hollande aceptó la invitación de visitar México en 2014 para celebrar los 50 años de la visita del presidente Charles de Gaulle, recibido por otro presidente mexiquense, Adolfo López Mateos, quien le concedió el honor excepcional de dirigirse a los mexicanos desde el balcón central del Palacio Nacional.

La información de la gira europea del presidente electo, despedido en París con honores de Jefe de Estado en el palacio del Elíseo, fue in crescendo, y concluyó con el compromiso central de impulsar un mayor crecimiento económico y abrir Pemex a la iniciativa privada, sin privatizarlo.

Tan insistente aclaración -ante la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) que lidera el mexicano José Ángel Gurría- desbroza cualquier pretexto – dogmático y de intolerancia política- de la izquierda  para sabotear ese paso indispensable.

“México -enfatizó, además– tiene un enorme potencial para crecer a mejores tasas”,  gracias a un entorno favorable, generado por los tres últimos mandatos presidenciales, que implementaron una estabilidad macroeconómica y disciplina financiera, que él preservará.

A la vez, Peña destacó que México tiene que dar pasos decisivos para impulsar la competencia; debe ser un ejercicio permanente de gobierno”.

Al pedir clemencia Hollande para Cassez,  estuvo de acuerdo con la certera propuesta de Peña Nieto de respetar el fallo de la Suprema Corte de Justicia de México.

“Que este asunto no sea el que marque la relación entre México y Francia”, enfatizó el mexiquense.

Su periplo europeo, del 10 al 18 de octubre -primero de un mandatario electo por aquellos lares- inició con la visita a la canciller alemana Ángela Merkel, lideresa de la Unión Europea, con quien estuvo acorde en apoyar el rescate económico de loa países con problemas financiaros, gracias a nuestra estabilidad económica.

Allí y en otros países del viejo continente, Peña insistió en que abrirá Pemex a la inversión privada, y reiteró su propósito de una reforma financiera junto con la de la seguridad social, para beneficiar a todos los mexicanos, sobre todo de los más desprotegidos.

En España ofreció su mano tendida para ayudar a enfrentar el agua crisis financiera y de empleo que padece tan entrañable país, y fue recibido por el Rey Juan Carlos y el príncipe heredero Felipe, además de ser objeto de muestras de cariño hacia nuestro pueblo por los hispanos.

La creación de más empresas y fomento al empleo, fue un planteamiento persistente del viajero, quien señaló que abre posibilidades a la inversión europea y a que el crecimiento del mercado interno ayude también a las exportaciones de aquel continente.

Aumentar el intercambio mercantil también es propósito subrayado del próximo gobierno.

Solicitó el presidente electo al galo asesoría para crear una nueva policía nacional según modelo de la gendarmería nacional francesa, con historial de eficacia.

Fue, sin duda, un recorrido productivo para el país, con una acertada estrategia de comunicación, que fue de menos a más y en igual forma fue captando la atención de los mexicanos,  y se centró en las propuestas programáticas del mandatario electo, afines a logros destacados de los países visitados.

Sin ambages, puede decirse que Peña Nieto sacudió los medios oficiales e informativos del añejo continente con la visión nueva de sus propósitos de gobierno, a implementar a partir del 1 de diciembre, en nuestro ambiente de diálogo y negociación con un Congreso sin mayoría dominante y aplastante.

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