Genio y figura
Hace apenas unos días el doctor Carstens, quien alude serlo en economía y no en materia de salud, habló y publicitó que pese a los desajustes de las economías de los países de la eurozona, la nuestra se mantenía fuerte y que sólo unas pequeñas turbulencias se habrían de sentir en algún momento, como consecuencia de lo que ahora sucede en aquellos confines.
Sin embargo, resulta que ese momento llegó desde hace mucho tiempo a las economías de los hogares mexicanos pero de ninguna manera lo hubieran podido reconocer los alfiles de la administración calderonista, y más cuando se encontraban en plena campaña electoral en busca más que nada, de mantenerse en la Presidencia.
Ahora resulta, que por fin, el BM reconoce que la carestía nacional ya rebasó los raquíticos aumentos salariales, y se muestra sobre todo en el aumento de los precios de los alimentos básicos.
Lo grave del asunto, es que la información oficial admite que no sólo aquellos trabajadores quienes reciben el salario mínimo por su jornada laboral, sino todos los demás burócratas y profesionistas con empresas propias, se han visto afectados todos, por el aumento en los costos de cientos de productos comestibles.
Lo nada raro de todo este asunto, es que cuando el BM tiene que presumir alguna cifra, lo hace “para las cámaras” y claro, para las estadísticas, y cuando los datos duros revelan a querer o no, la ineficacia e ineptitud de los administradores, las cifras se presentan simple y llanamente con un “boletín oficial”.
Cifras o no, el caso como siempre, es que los políticos se ajustan al famoso discurso electoral para justificar sus acciones, más allá de que el momento político lo requiera o no.
¡Qué pena! que el doctor Carstens, no sea también médico. Pues mucho nos ayudaría un profesional en alta economía, sensible a las afectaciones físicas y fisiológicas que produce en cada uno de los mexicanos la carestía rampante.
En aguas turbulentas señor Carstens, los mexicanos nos movemos en todo momento, y no sólo en materia de economía.
Acta Divina.De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), las juntas federal y locales de conciliación y arbitraje y de las propias empresas recopiladas por la Secretaría del Trabaja, en julio pasado, los salarios contractuales tuvieron un decremento en términos reales del 0.06 por ciento.
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QMex/cr