ACTA PÚBLICA: Juan Camilo, el añorado

29 de junio de 2012
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Claudia Rodríguez

El mensaje tiene mucho significado, porque aunque hay varias versiones sobre la posibilidad de que con todo y la nacionalidad española del muy joven secretario de Gobernación que falleció en un evento trágico aéreo, para Felipe Calderón él, Juan Camilo Mouriño era una especie de colaborador y amigo a quien confiarle no sólo asuntos de Estado, sino incluso la campaña presidencial panista en el 2012 y sucederlo.  Quién mejor que Juan Camilo para continuar con el proyecto calderonista.

En mi caso, siempre me pregunté cuál o cuáles eran las cualidades de Mouriño para llegar a la máxima silla de la Secretaría de Gobernación sin experiencia probada en el ámbito político, aún cuando muchos gobernadores han externado que era mejor acordar con él que con el propio Calderón, ya que era resolutivo y comprometido.

De hecho, me preocupó de Mouriño, su estilo represor de medios por aquella investigación fincada desde el Legislativo sobre los contratos que él y su familia tenían con Petróleos Mexicanos (Pemex).  Práctica con la que se calló al programa Índice Político transmitido desde Radio Capital y en el cual yo participaba.

Cuando un jueves 4 de noviembre de 2008, le sorprendió la muerte a Mouriño, Felipe Calderón apareció en los televisores de los mexicanos con una faz desencajada y un discurso doliente.  El futuro que Calderón proyectaba para su amigo y colaborador en el Ejecutivo, quedó claro una vez que le organizó funerales de Estado.

La muerte de Mouriño, sí trastocó la elección en lo particular y en lo general.

Colaboradores cercanos a Felipe Calderón que lo apuraban para iniciar una campaña mediática y subliminal como la que manejaron desde muy temprano Enrique Peña Nieto e incluso Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard para las elecciones federales de este año, advertían que el consultado no tenía prisa y parecía que ya ni candidato.

Ernesto Cordero sabemos, fue el elegido por Calderón sin ser de su total agrado, al grado que fue poco el apoyo que se le dio en la interna panista en donde al final ganó Josefina Vázquez Mota.  La dama de Acción Nacional, también se sabe, no es la mejor, ni siquiera la deseada candidata presidencial del partido por parte de Calderón.  Imagino que en su añoranza por el amigo, el colaborador y sólo él sabe qué más, el pasado 24 de junio Calderón advirtió un escenario en donde Juan Camilo Mouriño disputara la Presidencia a Enrique Peña Nieto y a Andrés Manuel López Obrador y conjeturó su paso distinto por el Ejecutivo, y una competencia electoral motivante para él.

 

Acta Divina…Tras la muerte de Juan Camilo Mouriño, el segundo secretario de Gobernación de Felipe Calderón, éste expresó: “Con su muerte México pierde a un gran mexicano: inteligente, leal, comprometido con sus ideales y con el país; honesto y trabajador.  Un hombre cuyo talento, tacto y capacidad estratégica y de diálogo permitió que México avanzara en muchas de las muy importantes reformas que se han implementando en el país y que hizo posible que el Gobierno avanzara en la consecución de sus objetivos para con los mexicanos.

 

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