Alfa omega
Tras los resultados electorales respecto a la elección presidencial en el 2006, las discrepancias se dejaron ver. Mientras que dentro de la corriente de izquierda hubo muchos quienes apoyaron la resistencia civil del también ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, otros advertían que esto, y la resolución de autonombrarse presidente “legítimo”, los llevaría a ridiculización del movimiento que aspiraba a despachar desde Palacio Nacional, más que ubicar ahí la casa presidencial.
Durante los años de este sexenio, la izquierda en lo legítimo y lo “legítimo”, nunca perdió la esperanza y expectativa de posicionarse y cotizarse alto en el espectro político para ingresar a niveles competitivos en la lucha electoral. Pero el crecimiento de la izquierda no sólo fue en lo general, sino que también le empezaron a salir más cabezas.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, mostró una evolución política importantísima al amparo del propio Partido de la Revolución Democrática (PRD) y a querer o no, el gobernante de la capital se convirtió en el mayor adversario de Andrés Manuel al interior de la izquierda para aspirar a la candidatura presidencial.
En el momento decisivo, todo indica que Ebrard sopesó los pros y los contras de contradecir las formas de elegir al candidato de izquierda y dejó por la libre a López Obrador; sin embargo, esa decisión no fue muy complaciente para muchos seguidores de Ebrard o simplemente, adversarios internos de Andrés Manuel. Léase para mayores señas a “Los chuchos”.
Cuando el viernes, el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano salió a acatar el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) respecto a la elección presidencial y advirtió que legisladores y gobernadores emanados del partido están obligados a respetar a las instituciones y moverse en el marco de la ley, se advirtió de inmediato la ruptura con Andrés Manuel quien declaró de nuevo –como en el 2006—desconocer a las instituciones una vez que el mismo Tribunal dio el fallo a favor de su adversario priìsta Enrique Peña Nieto.
Para el domingo 9 de septiembre, en que el Zócalo de la capital mexicana recibiría al dos veces ex candidato presidencial de la izquierda y a miles de sus seguidores, era previsible el anuncio de la ruptura entre el PRD y López Obrador, en congruencia con la posición expresada por el ex candidato presidencial.
Que no hay resentimientos entre los perredistas y los lopezobradoristas, es una gran falsedad, pues habría que preguntarnos cuántos legisladores y gobernadores que ganaron en las pasadas elecciones le deben su puesto a Morena y no precisamente a las incongruencias del PRD y otros partidos acompañantes.
Acta Divina… Jesús Zambrano dirigente nacional del PRD, anunció la mañana de este lunes, que el PRD no le fallará a quienes votaron por el partido.
QMex/cr