Libros de ayer y hoy
Hace seis años el señor Felipe Calderón ondeaba una bandera de campaña electoral para la Presidencia en demasía atractiva para miles de mexicanos: convertirse en el “presidente del empleo”. Mas una vez que la puerta de Los Pinos –¿o alguna otra?–, está a punto de darle un desaire por la espalda, se olvida de sus derechos y limitaciones en la contienda electoral presente, y advierte al candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador, que su propuesta para ahorrar 300 mil millones de pesos en el sector público es imposible, incluso si no se contratase a ningún empleado en ese ámbito. Como si Calderón hubiese explicado en su momento el cómo administrar los dineros públicos para crear empleos, que al final, no cumplió.
Pero Calderón, quien entre otras cosas tiene un grave problema con la persona de Andrés Manuel López Obrador, se atrevió a rebatir vía twitter lo inviable de la propuesta de ahorro de éste último, justo en el momento en que el candidato presidencial de la izquierda enunciaba tal, en el último debate entre candidatos.
Lo cierto es que el señor Felipe Calderón es un rápido crítico de lo que le incomoda, pero poco receptivo cuando se le señala como algunas de sus políticas han traído consigo males terribles para los mexicanos.
Nada justifica la gran cantidad de mexicanos muertos durante el sexenio calderonista a causa de la guerra o lucha contra el crimen organizado, aún cuando Calderón se empeñe en afirmar que se trata sólo de criminales. ¿Para qué entonces las leyes de seguridad y justicia si según la lógica del todavía inquilino de Los Pinos, es que entre criminales poco vale su vida?
No desestimo la información que presenta el todavía grupo gobernante a nivel federal sobre las propuestas y los cómos del candidato de la izquierda si llegara a ser presidente de nuestra nación. Sin embargo, es demasiado sospechoso el encono con que sus adversarios intentan enmendarle la plana.
Felipe Calderón no está por irse, la verdad es que ya se fue del espectro del gobierno mexicano, a no ser porque el aún intenta aferrarse al mismo a través de la venidera cumbre del G-20 a realizarse en unos días en nuestro país.
Así que verbalmente, aún tendremos Calderón para un muy buen rato, aunque para muchos nunca estuvo, ni siquiera un pequeño asomo de sus expectativas.
La lengua de Calderón está sangrante y seguro continuará por varios meses así, sobre todo si Josefina Vázquez Mota –candidata panista muy a su pesar–, no logra preservar al Partido Acción Nacional (PAN) en la cumbre del poder federal.
Acta Divina…El domingo 10 de junio, justo a la hora del debate entre candidatos a la Presidencia de México, el mandatario Felipe Calderón envió un twitt con dedicatoria al candidato Andrés Manuel López Obrador: “ Si el gobierno despidiera a todos los altos funcionarios, de director a Presidente, ahorraría 2 000 mdp, no 300 000 mdp. ½ sueldo: 1 000 m.”