Abanico
El autonombrado “presidente del empleo” en su campaña presidencial, hoy quiere revivir ese concepto e intenta dejar en la memoria del colectivo que sí lo fue y sí cumplió. Tanto, que la alianza con los priistas para la entrega de la banda presidencial y lo que esto implica queda manifiesta cuando Calderón ofrece garantías para hacerlo con la mayor fluidez posible.
Ya los panistas quienes en algún momento, en voz de su aún presidente de partido Gustavo Madero, esbozaron la posibilidad de asociación con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para impugnar la elección, se han desmarcado de esta sociedad. El lunes por la noche de esta semana, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Acción Nacional así lo decidió. Los panistas presentarán sus impugnaciones a la elección presidencial pero de forma separada. Lo cual muestra la alineación al aún habitante de Los Pinos y sus intereses transexenales.
Ahora Calderón quien ha dicho “recio y quedito” que no quiere pasar a la historia como un mandatario asociado a un sexenio de muerte y violencia tras la “guerra o lucha” que emprendió en contra de la delincuencia organizada, intenta lavarse la cara “y las manos”, esas que presumía limpias y que ahora están muy manchadas de sangre, reorientando su discurso a que como prometió, sí fue el “presidente del empleo”.
Al inaugurar la planta armadora de autos Nissan en Aguascalientes, Felipe Calderón presumió que durante su administración se crearon dos millones de empleos a nivel nacional. Pero muchos de nosotros nos preguntamos si esto es para mostrarse orgulloso cuando su promesa al respecto en campaña presidencial fue crear un millón de empleos cada año.
Calderón omite ahora pronunciar nada que lo ligue a la violencia exagerada que se vive en el país consecuencia de su estrategia en contra del narcotráfico. El mismo lunes que Calderón festinaba ¿sus logros? en materia de empleos, aparecieron 54 mexicanos ejecutados en los estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Guerrero y Morelos.
Si Felipe Calderón no es un cínico, ya debe sentir el peso de sus acciones y quizás por eso busca escuchar de si mismo tantas mentiras para evadir la realidad que irremediablemente lo alcanzará.
Acta Divina… En la revista Quien se lee que el cineasta estadounidense, Oliver Stone, señala que la guerra contra el narcotráfico iniciada por el presidente de México, Felipe Calderón, es similar a la guerra de Irak que comenzó el ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush. De acuerdo a Stone, Calderón marcha “hacia la ruina y es un desastre lo que hizo” y las elecciones del primero de julio así lo demuestran con la desaprobación de los ciudadanos hacia los panistas. El cineasta también declara que “La gente está en contra de la guerra contra el narco” y “que más de 18 millones de personas se volvieron en su contra”.
QMex/cr