El presupuesto es un laberinto
De la nada, aparece el actor Eduardo Capetillo en Ocoyoacac. Cierto, vive ahí desde más de 15 años con su esposa, la también cantante y actriz, Bibi Gaytán. Pero de repente ya anda en el mercado, en la iglesia, y camina ahí, como cualquier hijo de vecino.
Eduardo tiene más de tres años que no hace novelas ni presentaciones como cantante, está semiretirado de la farándula, al igual que su esposa, con la que tiene más de 25 años de casado.
Como anécdota, les podemos decir que estuvo en el Mercado Municipal de Ocoyoacac y las mujeres se le abalanzaron, le pedían fotos y le daban besos. Un taquero las azuzaba y como respuesta, Eduardo Capetillo fue sobre él y le dio un beso en el cachete. Le dijo, “órale cabrón, para que veas lo que se siente”.
Todo esto es muy bueno, el actor convive con su gente y sus fans, ¿pero, por qué lo hace?, ¿qué chingaos quiere?
Quizá, quiere incursionar en la política y es un tipo con carisma que no necesita dinero, lo tiene de sobra y no quiere volar alto en la política.
Pronto vamos a saber qué quiere Eduardo Capetillo.
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