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CIUDAD DE MÉXICO, 31 de marzo de 2025.- Este lunes, el Canciller Juan Ramón de la Fuente sostuvo una llamada de trabajo con el secretario de Estado, Marco Rubio, “en seguimiento a las reuniones y enlaces telefónicos previamente realizados entre México y Estados Unidos”.
A través de sus redes sociales, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), informó que ambos funcionarios acordaron en la llamada continuar trabajando en los temas más relevantes de la relación bilateral, para beneficio de ambos países.
En ese sentido, el secretario Marco Rubio mencionó que había que redoblar esfuerzos para controlar el tráfico ilícito de armas desde Estados Unidos hacia México y otros países de la región, con respeto a las soberanías.
También, se refirieron a la oportuna incorporación de Christopher Landau como subsecretario de Estado, “dado su conocimiento y cercanía con México”.
Respecto a los temas económicos y el T-MEC, el canciller De la Fuente reiteró que toda vez que el Tratado ha traído beneficios a los tres países, este debería de mantenerse vigente e iniciar en breve su revisión.
En cuanto a la seguridad fronteriza, el secretario Rubio y el secretario de Exteriores Juan Ramón de la Fuente, dialogaron sobre las medidas para fortalecer nuestras fronteras, desmantelar los cárteles y detener la circulación de drogas ilícitas, armas de fuego e inmigrantes ilegales.
El secretario Rubio celebró el compromiso demostrado por México para lograr resultados, incluyendo el despliegue de 10 mil efectivos de su Guardia Nacional en nuestra frontera común, importantes incautaciones de fentanilo y precursores químicos, la transferencia de 29 objetivos de alto valor, incluyendo importantes figuras de los cárteles, a la custodia estadounidense para ser juzgados por sus delitos, y la reciente captura en México y extradición a Estados Unidos del líder de MS-13, Francisco Javier Román-Bardales.
El secretario Rubio agradeció a México por coordinar esfuerzos para reducir la inmigración ilegal, continuar recibiendo vuelos de deportación y repatriar a los inmigrantes ilegales a sus países de origen.