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WASHINGTON, 13 de mayo (Quadratín México).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acordó con el primer ministro británico David Cameron “aumentar la presión” contra el mandatario sirio Bashar al Assad para que se vaya.
“Seguiremos nuestros esfuerzos para aumentar la presión contra el régimen de Assad, brindando ayuda humanitaria (…) reforzando la oposición moderada y preparando para una Siria democrática sin Bashar al Assad”, dijo Obama.
Hay que detener la carnicería que ocurre “ante nuestras narices”, dijo a su vez David Cameron.
Por otra parte, el presidente Obama desestimó las acusaciones de congresistas republicanos sobre un supuesto encubrimiento de su administración sobre la responsabilidad en los ataques al consulado de Estados Unidos en Bengasi, Libia, en 2012.
“El tema de los puntos de argumentación a lo largo de este proceso, francamente ha sido un circo político”, señaló Obama en rueda de prensa conjunta con el primer ministro del Reino Unido.
Obama dijo que “nadie” entendió lo ocurrido durante los dos primeros días luego del asalto en el que murieron cuatro estadunidenses, y subrayó que su gobierno dijo que no tenía claro quién perpetró el ataque, cómo ocurrió y cuáles eran sus motivaciones.
Recordó que los ataques en Bengasi, del 11 de septiembre de 2012, ocurrieron al mismo tiempo que otros en la embajada de Estados Unidos en El Cairo, Egipto, como consecuencias de un video antiislámico.
Los republicanos exigieron el viernes a la Casa Blanca hacer públicos unos correos electrónicos que supuestamente muestran que se cambió la narrativa de los “puntos de argumentación” de la comunidad de inteligencia en los que se responsabilizaba a grupos terroristas por los atentados.
“Los correos electrónicos a los que se alude fueron presentados por nosotros a los comités del Congreso, ellos los revisaron hace varios meses y concluyeron que de hecho no había nada enredado en términos del proceso que utilizamos”, remarcó el mandatario.
Obama insistió en que hay “motivaciones políticas” detrás del hecho de que el viernes pasado se volviera a presentar el tema como un asunto novedoso.
Defendió que la información sobre Bengasi que la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Susan Rice, hiciera pública, era muy similar a la que el propio Obama recibió durante los informes diarios que la comunidad de inteligencia le presentó.
El presidente remarcó que dos o tres días después de que Rice apareciera en los medios “utilizando los ‘puntos de argumentación’ que han sido fuente de controversia” envió al Congreso al director del Centro Nacional de Contraterrorismo, Matt Olsen, a informar que en el asalto en Begasi estuvieron involucrados elementos extremistas en Libia.
Se “deshonra” a los estadunidenses en el exterior que exponen sus vidas “cuando tornamos cosas como estas en un circo político, lo que pasó fue llevado a cabo por extremistas dentro de Libia”, resaltó.
El primer ministro Cameron indicó por su parte que se busca revisar los términos del embargo de armamento de la Unión Europea a Siria para dar asistencia técnica y asesoría a la oposición.
“A aquellos que dudan de este acercamiento, me gustaría argumentar que si no ayudamos a la oposición siria, si no trabajamos con esa parte de la oposición, entonces no deberíamos sorprendernos si los elementos extremistas aumentan”, enfatizó.
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