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CIUDAD DE MÉXICO, 9 de enero (Quadratín México).- Cuando miles de personas mueren por un mal relacionado con el sobrepeso o la obesidad, adelgazar no es cuestión de estética, sino de salvar la vida. La obesidad trastoca de tal manera la vida social de una persona, que hay naciones en donde ser talla extra grande está fuera de las reglas.
Por ejemplo en Japón ser obeso está contra la ley, al grado que las empresas están obligadas a medir la cintura de sus empleados y reportar a los que se salen de las medidas reglamentarias.
En ese país, los empleados se enfrentan a serios problemas para conseguir empleo cuando sobrepasan las condiciones físicas preestablecidas por las empresas.
Desde 2008 todas las empresas de esa nación, deben medir la cintura de sus empleados mayores de 40 años, a los hombres no se les permite sobrepasar los 85 centímetros y las mujeres están limitadas a menos de 90.
Si el chequeo, que anualmente hace el médico de la empresa donde se labora, arroja que tiene sobrepeso, el empleado está obligado a buscar atención en una clínica para el tratamiento de la obesidad. En Tokio, el tratamiento para perder 10 kilos en tres meses tiene un costo de seis mil 400 dólares.
Es tal el control que tienen sobre los empleados, que si luego de ponerse en manos del especialista, el paciente no baja de peso, el Estado puede ordenar que asista a sesiones de terapias obligatorias.
Los programas en las empresas japonesas para controlar la obesidad, resultan extrañas, ya que tradicionalmente son un pueblo con una dieta saludable.
Sin embargo dicen los doctores que entre las nuevas generaciones la comida occidental rica en grasas se ha vuelto tan popular, que a últimas fechas se ha registrado un aumento de las personas con sobrepeso, y por eso es que se busca combatirlo, pues con ello se puede reducir el número de enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo la situación no es tan alarmante, pues de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los japoneses siguen estando entre los ciudadanos más delgados del mundo.
Obesidad, problema de salud más grave
No así en México, ya queaun cuando la tasa de crecimiento del sobrepeso y la obesidad se estabilizó en 48 millones de personas adultas, estas enfermedades siguen siendo el problema de salud más grave del país.
“Las cifras realmente alarmantes que existen de obesos en México son generadas por el desconocimiento sobre las causas de obesidad tanto de la población como de la clase médica”, lamentó el presidente del Claustro Iberolatinoamericano de Profesores de Bariatría Clínica, Manlio Favio Blanco.
El sedentarismo, consumo excesivo de bebidas altamente energéticas y ricas en sodio más la ingesta de alimentos altos en grasa y carbohidratos no ayudan mucho a combatir el problema.
Por ello, la nueva conceptualización de la obesidad es un reto científico con un campo de trabajo muy amplio que el médico moderno debe enfrentar, pues prácticamente todos los males degenerativos están asociados con ella, urgió el presidente del Claustro Iberolatinoamericano.
Dice que cada vez más se estudia y se documenta que la obesidad está relacionada con la diabetes tipo 2, con las enfermedades del corazón y la hipertensión, los trastornos de lípidos, la apnea del sueño, la osteoartritis, la sarcopenia muscular (pérdida degenerativa de la masa muscular), el hígado graso y algunos tipos de cáncer.
El médico bariatra explica que las secreciones de la célula adiposa generan un problema crónico de inflamación y de estrés oxidativo. “De hecho la Obesidad ha sido declarada recientemente Factor de Riesgo Independiente para las enfermedades Cardiovasculares.
Asimismo, lamenta que el número de especialistas médicos en la materia no sea del tamaño del problema, y urgió a la formación de más bariatras para que sea proporcional o triplicar la cifra de casi mil 400 que existen en todo el país.
La falta de bariatras que atiendan a los miles de personas enfermas de obesidad, hace fundamental no sólo formar más expertos sino promover en las escuelas el estudio de la bariatría.
Actualmente algunas dependencias de la Secretaría de Salud (SSA) cuentan entre sus filas ya con bariatras clínicos que están resolviendo el problema, la creación de unidades de obesidad manejados por médicos con este grado de expertise puede coadyuvar a resolver el problema, consideró.
En el afán de combatir eficazmente esta pandemia, el Colegio Mexicano de Bariatría A.C., en conjunto con el Claustro Iberolatinoamericano de Profesores de Bariatría Clínica y autoridades educativas de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN), recientemente graduaron a 48 médicos egresados del posgrado de Nutrición y Bariatría Clínica.
Expertos que se sumaron a los mil 342 médicos bariatras que existen actualmente en nuestro país, de los cuales 30 están distribuidos y formados en México, en Cuba, Ecuador, Brasil y Guatemala.
A su vez, el presidente del Colegio Mexicano de Bariatría A.C., David Montalvo Castro, refirió que en nuestro país no hay una cultura de un buen comer o de comer saludablemente con las porciones correctas.
Esos factores provocan que el problema de obesidad aumente drásticamente y que las personas con este padecimiento sufran diversas complicaciones, aunadas al sedentarismo que provoca la obesidad, la preocupación aguerrida por perder kilos y no grasa, más las pocas horas de sueño, malos hábitos de alimentación y el estrés hace que las personas vivan eventos devastadores.
Un hecho preocupante, mencionó el bariatra Montalvo Castro, es que la obesidad actualmente es considerada como un mal Cardiometabólico, pues el tejido adiposo cuando es excesivo, segrega sustancias que tienen acciones nocivas para la salud.
Producen inflamación de baja intensidad en el endotelio vascular (y en otros órganos), lo que acelera el taponamiento de las arterias con colesterol (aterosclerosis).
Pérdida de grasa y no de masa muscular
Por ello, dijo el presidente del Colegio Mexicano de Bariatría, que es más significativo perder masa de grasa porque de esta manera se reduce el riesgo de desarrollar hipertensión arterial, infartos y otros eventos cardiovasculares, que nos pueden llevar a desenlaces fatales, ya que la obesidad, subrayó, es un asesino silencioso que acecha al ser humano en todas las etapas de la vida, y las personas se vuelven obesas casi sin percibirlo.
Controlar el peso no solo es la cantidad de kilos, sino a todo lo necesario para perder el exceso de grasa y para mejorar la calidad de la musculatura de una persona a través de su alimentación.
Sobre la formación de especialistas, ambos expertos comentaron que el Posgrado de Nutrición y Bariatría Clínica que se imparte en México por los citados colegios, tiene un enfoque totalmente científico y son la estructura académica más solida y reconocida en el estudio de la obesidad y en la formación de recursos humanos.
El curso tiene también el reconocimiento del Instituto Brasileño de Enseñanza en Salud, el cual es de alta capacitación y que depende de la Sociedad de Cardiología de Brasil, amén de contar con el aval de la Sociedad Iberolatinoamericana de Aterosclerosis que ahora tiene como sede España.
Como estructura, están a la vanguardia de los problemas en salud en México; continúan un trabajo desde hace 20 años, combatiendo dicha enfermedad y sus complicaciones.
“Año con año reformulamos el contenido del Posgrado al perfil epidemiológico”, en el pasado periodo 2011-2012, se revisó el concepto de “medicina traslacional”, que dio origen a todo un semestre para estudiar la biología molecular en torno a la obesidad y síndrome metabólico, así como aspectos de terapéutica como la farmacogenómica y la nutrigenómica –nutrientes que repercuten en el genoma del obeso.
Un problema de gran magnitud
Las cifras reflejan la magnitud del problema, pues de acuerdo a la reciente Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012, reflejó una estabilización en la tasa de crecimiento de la obesidad y sobrepeso, al ubicarse en 48 millones de personas adultas.
Sin embargo, sigue siendo el problema de salud más grave de nuestro país, pues los datos indican que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en mujeres adolescentes aumentó de 33.4 a 35.8 por ciento. En el caso del sector femenino de más de 20 años, el porcentaje pasó de 71.9 en 2006 a 73 por ciento en 2012.
Para ambos grupos de edad, la proporción de mujeres con peso inadecuado fue mayor que la de los hombres.
En el caso de los hombres adolescentes el aumento fue menor. La prevalencia creció un punto en los últimos seis años, pasó de 33 a 34.1 por ciento y en los adultos el aumento fue de 2.7 por ciento. 69.4 por ciento de los hombres tiene sobrepeso u obesidad.
Sólo en el porcentaje de las niñas escolares se nota una estabilización, las niñas con sobrepeso pasaron de 32.3 a 32 por ciento. No obstante en menores de cinco años pasó de 29.7 a 33.6 por ciento, en donde se estableció un indicador de “prevalencia de riesgo de sobrepeso”.
Ante estas cifras alarmantes, los dos organismos profesionales consideraron urgente la formación de más especialistas en bariatría para contrarrestar esta pandemia que cobra la vida de mil personas al año.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), fallecieron diez mil 48 personas por esta causa durante el periodo 2001-2010, es decir, mil casos anuales.
Preocupados por la obesidad, la que consideran como la epidemia del siglo, el hepatólogo, Nahum Méndez Sánchez al anunciar el libro “Obesidad: conceptos clínicos y terapéuticos”, señaló que de no atenderse se extenderá entre amplios sectores de la población.
La obra, de su autoría y del doctor Misael Uribe Esquivel, aborda los conocimientos actuales sobre epidemiología de la obesidad, los mecanismos involucrados en su desarrollo, las consecuencias que se presentan de acuerdo al grado de sobrepeso u obesidad, así como su evolución adecuada, tratamiento médico y quirúrgico.
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