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Son chicas que se vuelven blanco de una violencia que las afecta, cuando el padre del bebé y/o la familia les dan la espalda, dejándolas en el desamparo emocional y material, además, cuando en la sociedad se les reduce toda expectativa de desarrollo personal, escolar, laboral y de salud.
La especialista señaló que otro problema grave durante el embarazo de la joven, es el de la muerte materna que se genera por la vulnerabilidad fisiológica de la madre, debido a la edad temprana en la que se presenta la gestación.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2011), las mujeres de 15 años y más, con hijos nacidos vivos tiene un promedio de escolaridad de 7.7 años, lo que equivale al segundo grado de secundaria.
Al respecto, indicó que “la baja escolaridad y la edad temprana en la que la adolescente concibe a su primer hijo, genera otra de las formas de mayor violencia que es la pronta inserción al mercado laboral”.
Explicó que al verse obligadas hay un shock, pues ese mercado laboral generalmente está matizado por la inseguridad económica, es decir pocos ingresos y temporales, y la falta de seguridad social, nulo acceso a la salud y los cuidados que requiere su gestación.
Por si fuera poco, dice la socióloga, muchas de esas adolescentes, tienen que enfrentar solas la maternidad, sin el apoyo de una pareja y/o de la familia.
Por ello, consideró que el desamparo emocional y material se vuelve una de las mayores expresiones de violencia que se puede experimentar.
Ante ese panorama, la especialista recomendó a las adolescentes embarazadas y a las mujeres en general que decidieron asumir su maternidad, acogerse a instituciones que les puedan brindar apoyo.
Tal es el caso, dijo, de Yoliguani (www.yoliguani.org.mx) una institución de asistencia pública que les brinda un hogar en donde pueden vivir su maternidad en un entorno tranquilo y con cuidados médicos gratuitos.
El vocero de esa institución, Sergio Palma, señaló que las chicas que llegan son atendidas por personal profesional y capacitado en el área médica, nutricional, psicológica y hasta espiritual.
Consideró que el área psicológica y espiritual es muy importante, ya que la gran mayoría ha experimentado situaciones lamentables que hacen necesaria una reconstrucción integral de su persona, para que cuando nazca su bebé puedan brindarle el amor y la seguridad que necesita.
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