Advierte el Papa sobre riesgos de la “falsa religiosidad”

CIUDAD DEL VATICANO, 2 de septiembre (Quadratín México).- Benedicto XVI advirtió hoy a los cristianos sobre los peligros de una “falsa religiosidad”, practicada por aquellos fieles que cumplen las normas de la Iglesia sólo para estar bien con Dios, aunque su corazón “sigue otros caminos”.

Poco antes de impartir la bendición dominical con el Angelus a más de mil personas congregadas en la residencia estiva del Vaticano ubicada en Castelgandolfo, a 25 kilómetros al sur de Roma, reflexionó sobre el pasaje bíblico en el cual los judíos adoraron a un becerro de oro.

El papa recordó que, tras salir de Egipto y luego que Moisés recibió los 10 mandamientos, los judíos dejaron en segundo término a la ley de Dios a la cual convirtieron en una “cobertura”.

Aseguró que, también en la actualidad, muchos seguidores de diversos credos usan a la religión como un “revestimiento”, mientras su vida sigue otros caminos, otras reglas, intereses a menudo egoístas, individuales o de grupo.

“Y así la religión pierde su sentido auténtico, que es vivir en escucha de Dios para hacer su voluntad y se reduce a la práctica de usanzas secundarias que satisfacen la necesidad humana de sentirse bien con Dios”, dijo.

“Es este el grave riesgo de toda religión, que Jesús encontró en su tiempo, pero que se puede verificar, por desgracia, también en la cristiandad”, añadió.

Joseph Ratzinger estableció que, para los católicos, la ley de Dios guía al hombre en el camino de la vida, lo hace salir de la esclavitud del egoísmo y lo introduce en la tierra de la libertad y de la vida.

Por ello, explicó, en la Biblia la ley no es vista como un peso, una limitación opresora, “sino como un don precioso del señor, el testimonio de su amor paterno, de su voluntad de estar cercano al pueblo”.

Pero constató que muchos fieles no responden a este criterio y por eso actúan como fariseos, a quienes se pueden aplicar las palabras de Jesús: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está alejado de mí. En vano me rinden culto, enseñando doctrinas que son preceptos de los hombres”, agregó.

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