Advierte ONU riesgo de estallido social en Panamá

PANAMÁ, 18 de enero (Quadratín México).- Un grupo de expertos de Naciones Unidas (ONU) advirtió hoy del riesgo de eventuales estallidos sociales entre la poblaciónafroamericana de Panamá a causa de la vulnerabilidad histórica en que han vivido y por la desigualdad social.

“Si no hay justicia y derechos iguales entonces es probable que habrá estallido”, dijo en rueda de prensa la presidenta de los analistas, la jamaiquina Verene Shepherd, al concluir una visita de cinco días para evaluar la situación de los afrodescendientes en Panamá.

En un informe preliminar, el grupo de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU encontró que en Panamá “existen formas contemporáneas de discriminación racial, estructural e institucional contra las comunidades afrodescendientes”.

Pobreza, desigualdad, marginación, niveles de vida inadecuados y la estigmatización son factores que afectan a esas comunidades que representan el 9.2 por ciento de los 3.5 millones de panameños, indicó el reporte.

“Observamos un marcado contraste en el elevado crecimiento económico (de casi 11 por ciento en 2012) y el progreso de muchas regiones del país. Por lo que nos preguntamos por qué esa riqueza no llega a la población afrodescendiente”, dijo Shepherd.

El grupo manifestó su preocupación por la distribución desigual de la riqueza y la falta de oportunidades de la población y se hicieron eco de temores de la población de Colón, 80 kilómetros al norte de esta capital, por su futuro.

“Algunos miembros de la población afrodescendiente nos dijeron que tienen la impresión de que se ignoran sus preocupaciones, se da menos valor a sus vidas, son estadísticamente invisibles y que las políticas públicas para atender sus necesidades no logran el mejoramiento deseado”, agregó.

La población negra de Panamá también solicitó disipar el mito de que Panamá es un “crisol de razas” al aludir que si hay racismo en la nación del istmo.

Los expertos de la ONU manifestaron su preocupación por la situación de al menos dos cárceles, donde los negros son mayoría; y por la exclusión de que son objetos los jóvenes.

“Observamos que los afrodescendientes tienen poca representación en las estructuras e instituciones políticas panameñas por lo que sus problemas no tienen suficiente visibilidad ni reciben la atención que merecen”, añadieron en el documento.

Ante las dudas de un mejoramiento en las condiciones de vida de la población negra “nos preocupe la posibilidad de que ello provoque un resurgimiento de recientes conflictos sociales y señalamos la necesidad urgente de adoptar medidas para mitigar las necesidades”.

En noviembre, la población de Colón donde vive una importante comunidad negra- obligó al gobierno con protestas violentas que dejaron un saldo de tres muertos a dar marcha atrás en su intención de vender tierras de la Zona Libre de esa ciudad.

“Comparado con lo que hemos visto en la ciudad de Panamá, la ciudad de Colón si nos deja con inquietudes; salimos con preocupaciones sobre la situación en Colón”, dijo Shepherd al aludir a la evidente pobreza de la población pese a la riqueza de la que está rodeada.

“No hay motivo para que haya esta situación en Colón, hay recursos, tienen la zona franca y Panamá de por sí, comparado con otros países de la región ha tenido un éxito relativo. Nos inquieta la mala distribución económica de recursos”, añadió.

Pero también Shepherd advirtió que resolver la situación pasa por reconocer el problema.

“Es mejor no esperar a que haya un estallido, ese es el papel del gobierno; abordar los ámbitos problemáticos en la vida del país en forma urgente y sin demora”, dijo por su parte el jefe de la unidad contra la discriminación del Alto Comisionado de Derechos Humanos, Yury Boychenco.

“Un factor agravante es que hay una denegación de que el problema existe; si las instituciones del Estado y del gobierno y las estructuras del Estado siguen cerrando los ojos dando la espalda a estos temas, sabemos que puede llegar a un malestar social”, advirtió.

El grupo, cuyo informe final estará en unos seis meses, se reunió con diversas autoridades del Estado panameño y organizaciones de la sociedad civil.

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