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CIUDAD DE MÉXICO, 13 de julio de 2018.- Mediante un foro organizado por la corriente interna del PRD, Galileos, perredistas reflexionaron sobre los resultados de la elección del pasado 1 de julio y el nuevo mapa político que habrá después del triunfo de Morena y Andrés Manuel López Obrador, donde advirtieron, y se dijeron preocupados, no se ve que vaya a existir un contrapeso, específicamente en el Poder Legislativo, lo que significa un riesgo de poder totalitario.
En la Reunión Nacional de Balance Post Electoral 2018, realizada en un hotel de la Zona Rosa, el ex presidente del PRD, Agustín Basave, calificó el resultado de la pasada elección como un espejismo que ha provocado una percepción de madurez democrática y política de los diferentes sectores que han expresado su respaldo al próximo gobierno, lo cual dijo, fue debido al alto porcentaje obtenido por López Obrador, y señaló que de lo contrario, el paso estaría viviendo una crisis post electoral.
Basave Benítez señaló que, el temprano reconocimiento que hicieron José Antonio Meade y Ricardo Anaya del triunfo de López Obrador, no fue producto de la madurez política y democrática, sino del conocimiento que se tenía el mismo día de la elección, y desde antes, de la ventaja que traía Morena.
«Si Andrés Manuel hubiera perdido la elección, habría hoy una crisis electoral tremenda, o si la hubiera ganado por un margen pequeño, hubiera significado una operación de fraude electoral masiva por parte PRI Gobierno, que no se dio porque vieron el tamaño de la ola, entonces le dieron la idea a Peña Nieto de que mejor se allanara y se convirtiera en un Zedillo que permitiera la alternancia.
Lo que dicen los optimista de que México ya es un país maduro democráticamente, y que el INE funciona muy bien y que los actores políticos son muy maduros, eso es un espejismo, que no habría sucedido si la ventaja hubiera sido menor o hubiera perdido», aseveró.
Advirtió también, el riesgo de que el próximo Gobierno no tenga un contrapeso real que debata las decisiones del Ejecutivo, pues aseguró que la enorme mayoría que tendrá en el Congreso, incluso con una probable sobre representación en la Cámara de Diputados, provocará que muchos se dediquen a complacer al Presidente.
Refirió que otros sectores que podrían ser contrapeso, como los empresarios, actores políticos como gobernadores, órganos autónomos, los medios de comunicación, hoy parecen rendirle pleitesía, se reúnen con él y le expresan su respaldo para colaborar en su Gobierno, y los medios, dijo, le dan las ocho columnas, «de entrada tenemos un contrapeso defectuoso»
Afirmó que, contrario a los que muchos piensan, López Obrador es muy predecible, ya que no ha cambiado su estrategia política en 12 años, «él no adaptó su estrategia a la realidad, sino que la realidad se adaptó a su estrategia»; asimismo, señaló que él ve dos conflictos irreductibles para el próximo presidente que no podrá resolver, que es la situación con la CNTE y la relación de México con Estados Unidos y su presidente Donald Trump, «son dos conflictos que los podrá administrar, pero no resolver».
El diputado federal Guadalupe Acosta Naranjo, insistió en el llamado pacto entre el Gobierno y Andrés Manuel López Obrador, pues aseguró que al ver la magnitud de la ventaja que tenía Morena, diversos gobernadores y funcionarios priistas, comenzaron a operar en favor de dicho partido, y atacando a quien era la más clara amenaza en ese momento, el candidato del Frente, Ricardo Anaya, lo que explica, aseguró, el reconocimiento que hizo López Obrador a Peña Nieto.
«La gente del PRI en diversos estado hizo campaña para Morena, ahora el PRI está integrado a Morena, ahí está explicado porque Meade cayó al tercero con 16 puntos y Peña se dedicó a atacar al único que le significaba una competencia a Andrés Manuel, en este caso, Ricardo Anaya.
Por eso, en su primer mensaje, Andrés Manuel agradece a Peña no haber intervenido en las campañas en la campañas, pero será la de él, pero no así en la de Anaya», apuntó.
Y señalaron que ellos también colaboraron de alguna manera en la derrota del PRI, por lo que dijeron estar felices de que «Peña ya se vaya a ir con toda la corrupción que trajo». Sobre el PRD, aseguraron que iniciarán una profunda transformación a partir del reconocimiento de los errores que tuvieron, pero también de los logros que alcanzaron y dejaron en claro que regresarán al trabajo territorial con la militancia.