
Celebra Brugada permiso para difundir elección judicial
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de noviembre de 2017.- «Por separado nos van a acabar, divididos caeremos», advirtió el ingeniero Javier Enríquez Brito, uno de los afectados del colapso del edificio de Saratoga 714, a otros damnificados del sismo del 19 de septiembre reunidos en el parque Salvador Allende, a un costado de Miramontes.
«Un sólo inquilino que demanda no es nada, de un solo edificio siguen ninguneados, pero unidos los de San Gregorio, de Portales, de Coquimbo entonces nos van a hacer caso», agregó a afectados de Girasoles I, II y III, donde 15 edificios están catalogados en semáforo amarillo, es decir con daños, uno en semáforo rojo para demolición y otro más colapsado.
Este mediodía el vecino de la Portales estuvo en la manifestación que pobladores de los Girasoles realizaron para rechazar los créditos propuestos por el Gobierno de la Ciudad de México para reforzar o reconstruir sus hogares y en su lugar pedir que la administración capitalina, con fondos asignados por la Cámara de Diputados y la Asamblea Legislativa, pague el total de la reparación de los daños.
Pero no sólo estuvo Enríquez como afectado de otra zona, también llegó Javier Martínez, del multifamiliar de Tlalpan y Tasqueña, donde se cayó un edificio y los restantes nueve sufrieron daños.
«Debemos hacer un frente común en la ciudad para tener recursos», planteó Martínez.
Al parque también acudió Ana Lilia, de Lomas Estrella, quien dijo que donde vivía se colapsaron tres edificios, y ante la falta de apoyos decidió sumarse a los esfuerzos, ya que es muy costosa la reconstrucción, y será más complicada para las personas de la tercera edad.
«La propuesta de créditos hipotecarios es leonina, abusiva y vergonzosa, y no estamos dispuestos a admitirlos, creemos que hay otras opciones», expresó ante la media centena de personas ahí reunidas, y se quejó de que en una visita a la secretaría de Finanzas capitalina un funcionario –de quién no dijo su nombre– los humilló al decir que por haberse colapsado su edificio, habían perdido todo.
«Pedimos que parte de esos impuestos pagados por años por nosotros nos los devuelvan para devolvernos parte de nuestro patrimonio”, demandó y pidió a la ciudadanía no afectada no los abandone.
Ana Lilia Guerrero, de Girasoles, recordó que ella vivía en Rancho San Lorenzo, y después del sismo apuntalaron edificio por seguridad y posteriormente evacuaron cuando autoridades les dijeron que debían hacerlo por su seguridad.
Agregó que tan sólo para hacer estudios de mecánica de suelos en una zona rodeada de plazas comerciales se requieren 150 mil pesos, y denunció que pese a ser una zona fracturada hay un proyecto de hacer otra nueva plaza.
Pero en cuanto tengan un dictamen de mecánica de suelos la siguiente pregunta es cómo van a reconstruir, ya que el ofrecimiento es un crédito de dos millones de pesos.
«Cómo enfrentamos eso, o comemos o pagamos», cuestionó y aprovechó para decir que no están con ningún partido. «Somos ciudadanos».
los vecinos de Girasoles leyeron un documento con parte de sus peticiones, entre las cuales está la de ajustar y ampliar el apoyo de renta mensual de tres mil pesos, que sea acorde con los tiempos del proceso de reconstrucción; suspender la circulación de vehículos de alto tonelaje que cargan y descargan productos en la zona aledaña, hasta en tanto no se tenga un dictamen oficial que valide que dicha actividad no daña la parte afectada del sismo.
Además solicitaron la entrega de un dictamen por parte de peritos, de las condiciones estructurales y de seguridad de Súper Plaza Miramontes, Plaza Girasoles y el Home Depot, así como un análisis de las implicaciones de dichas construcciones para sus unidades habitacionales.
Informaron que como parte de los daños en sus 15 edificios hay dos mil 300 personas afectadas.