
Por frente frío 34, suspenden clases en 5 municipios de Baja California
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de septiembre, (Quadratín México).- Tras el escándalo desatado por la carta que el senador del PAN, Javier Corral, envío al presidente Felipe Calderón en donde lo llama “cobarde, colérico y fracasado”, el legislador sostiene que lo hizo para defender su honor y en respuesta a un calificativo similar que el mandatario le habría hecho.
En diversas entrevistas radiofónicas, Javier Corral afirmó esta mañana que el presidente Felipe Calderón lo calificó con el mismo adjetivo de “cobarde” durante una reunión con senadores panistas y en donde él no estuvo presente.
En actitud defensiva, el senador dijo textualmente que “la carta fue una comunicación privada, pero efectivamente yo tuve siempre la conciencia del riesgo de que se filtrara toda vez que yo le giré copia a los 35 senadores que estuvieron en esa cena en la que yo no estuve, y lo hice así porque el Presidente lanzó un adjetivo agraviante de mi persona injusto y por supuesto que me parecía que era un hecho que no podía dejar pasar.
“Es evidente que el Presidente quiso vulnerarme ante el nuevo grupo de senadores, quiso con este comentario lastimarme y provocarme, incluso, un ambiente hostil, entonces yo no pude evitar responderle y plantearle diversos puntos, y no a su espaldas… he salido en defensa de mi honor y de mi trayectoria porque yo tengo muchos defectos, pero no creo estrictamente que éste el de la cobardía”.
En las declaraciones radiofónicas, Javier Corral señala que posiblemente la filtración de la carta fue en respuesta a Calderón por haber dicho durante la gira por Rusia que hubo quien le pidió utilizar recursos del erario para apoyar la candidatura de Josefina Vázquez Mota a la Presidencia de la República.
“Me queda claro que tras las declaraciones del Presidente Calderón donde casi casi acusa al partido de haberle pedido cometer ilícitos en apoyo de la campaña presidencial, bueno, pues alguien ha liberado la carta para responderle al Presidente a través de mí”.
Lo anterior se generó a partir de que el periódico Reforma publicó el miércoles 12 la carta dirigida al Presidente Felipe Calderón, en la que el senador panista Javier Corral reclama al titular del Ejecutivo federal que lo haya llamado cobarde durante una reunión con la bancada del PAN en la Cámara alta, realizada el pasado 28 de agosto y a la que no asistió el chihuahuense.
El contenido de la carta fue profusamente difundido por diversos medios de comunicación impresos y electrónicos, pues en ella el legisladores reclama al Presidente, entre otras cosas, haber fortalecido al duopolio televisivo durante su sexenio y advirtió que la prueba de que su administración fracasó es que heredará el poder al priista Enrique Peña Nieto.
Corral denunció el carácter “colérico” de Calderón y lo llamó “cobarde”, por traicionar los principios de su partido y no admitir crítica alguna.
El senador envió una carta a Felipe Calderón fechada el pasado primero de septiembre pero difundida este miércoles. El mensaje de Corral es una respuesta al presidente, quien el pasado 28 de agosto lo llamó cobarde en una reunión con senadores del PAN.
“Tirar la piedra y esconder la mano eso sí es cobardía. No tener valor para decir lo que se piensa eso sí es cobardía. No ser congruente con lo que siempre se ha pensado y luchado, eso sí es cobardía”, le respondió Corral.
Este es el texto íntegro de la carta de Corral
Te escribo enterado de los calificativos que vertiste sobre mi en la reunión con senadores del PAN el pasado 28 de agosto. Me llamaste cobarde por no haber ido a la reunión.
Te equivocas: dentro de los muchos defectos que tengo no está la cobardía.
Desde joven cuando no tenía ni nombre ni puesto público me enfrente al PRI y milité en la resistencia civil contra el fraude electoral de 1986; me he opuesto a los abusos de las televisoras que la han emprendido contra mí y a pesar de ello no me han doblegado; con absoluta franqueza te he dicho lo que pienso, en tu cara, no como otros. Nunca te he tenido miedo.
La razón por la que no asistí a la reunión fue para evitar tus exposiciones interminables donde tú monologas, no dialogas, sobre las maravillas de tu Gobierno y lo bien que hiciste todo, donde culpas a la campaña y al partido de la derrota pasada.
Fuera totalmente de la realidad estás diciendo cosas muy delicadas y sigues insultando a tus críticos, deberías cuidar tu investidura.
No es difícil comprender que tu malestar contra mi proviene de que he sido crítico de tu política en telecomunicaciones, radio y televisión; la he criticado frente a ti en el Congreso Nacional del Partido en agosto de 2009, al igual que lo he hecho en los medios y en el propio partido. Si alguien te ha dado la cara he sido yo.
También he reconocido la estabilidad económica, la infraestructura creada durante tu sexenio, y haber mantenido los programas exitosos de la pasada administración. He defendido tu administración tanto en artículos periodísticos como en la tribuna parlamentaria. He censurado las provocaciones de Fernández Noroña. No olvides esto. Aunque sé que en el fondo quieres incondicionales.
Al llamarme cobarde ante los senadores y estando yo ausente, te has pasado de la raya. Pero podemos aprovechar tu desahogo discutiendo nuestras diferencias cuando quieras, en donde quieras y ante quien quieras.
Los resultados de tus políticas están a la vista. El duopolio televisivo es hoy más poderoso que hace seis años y Peña Nieto es el Presidente electo. No podrás negar que esa candidatura fue construida por Televisa desde hace varios años. El partido ha estado perdiendo elecciones y uno de los factores fue la presencia de Peña Nieto apoyando al PRI. Tu debilidad ante Televisa se ha visto desde que eras candidato. ¿No te acuerdas de la Ley Televisa? ¿Cuál fue tu papel en su aprobación y cuál fue el mío ante tal intento de despojo a la Nación?
Este primero de diciembre le vas a entregar en San Lázaro la banda presidencial a Peña Nieto. La misma que recibiste de Vicente Fox. Un retorno del PRI es una amenaza que todos percibimos. Lo sabes bien, ese momento condensará como ninguna crítica o análisis, tu fracaso.
Tirar la piedra y esconder la mano eso sí es cobardía. No tener valor para decir lo que se piensa eso sí es cobardía. No ser congruente con lo que siempre se ha pensado y luchado, eso sí es cobardía.
Innegable es tu forma de tratar a los panistas, perdiste todo sentido de civilidad política. La falta de respeto a varios compañeros y a tus propios colaboradores, una rudeza innecesaria a quienes disienten de tus opiniones. ¿Y qué has logrado?: renuncias de Secretarios de Estado, expulsiones del partido, miembros que hicieron campaña no contra el PAN sino en despecho de ti. Las peores críticas a tu carácter, por cierto, la he oído en voz baja, en murmullos, de gente muy cercana a ti. Esa es la verdad inocultable. Eso no requiere mayor trabajo sino sólo ver cómo está el partido y buscar a los causantes de las divisiones.
Espérate a que conozcas la condición humana a partir de que dejes el poder y entiendas que lo que más te ha perjudicado eres tú, tu carácter colérico al que le gana el coraje en cualquier momento.
He dicho que por el bien del partido éste deberá defender tus logros y aprovechar tus talentos en los años por venir. Tú debes permitirle al partido que retome su rumbo. Que diseñe su estrategia de lucha de acuerdo a su interés propio. Porque el partido es de todos. Actuar de otra manera es jugar al Jefe Máximo y no se lo merece el Partido. Déjalo volar como un día te recomendó Carlos Castillo Peraza.
En cualquier caso, discutamos lo que te agravia: tú tienes la palabra.
Qmex/fsf/