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CIUDAD DE MÉXICO, 22 de junio de 2017.- Al recibir el proyecto corregido de la Línea 7 del Metrobús, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha otorgado la autorización para dichas obras con base en ocho criterios.
En un comunicado, el INAH añadió que analizó a profundidad las propuestas de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) del Gobierno de la Ciudad de México que desde hace varios meses le ha presentado, para construir la infraestructura para la operación de dicha línea.
Pidió evitar la alteración del paisaje histórico urbano en Paseo de la Reforma y hasta Indios Verdes, no afectar monumentos históricos y salvar los bienes arqueológicos que pudiesen aparecer en el subsuelo del perímetro en cuestión.
Además, llegó a acuerdos con el Gobierno de la Ciudad de México para colaborar en un programa integral de imagen urbana y cuidado de los valores patrimoniales históricos en el corredor establecido por el trazo de la mencionada línea de transporte, incorporando una serie de acciones.
También, retirar y restringir elementos publicitarios en las zonas patrimoniales protegidas, y el de mobiliario urbano irregular o innecesario: antiguos parabuses, quioscos de periódicos y venta de flores, puestos de comercio informal y papeleras.
Elaborar proyectos de intervención para los 15 misterios, los conjuntos escultóricos, las esculturas individuales, pedestales, jarrones, fuentes y bancas de cantera, con objeto de atender su limpieza, mantenimiento y restauración, bajo la supervisión de los institutos competentes (INAH e INBA), y con el apoyo operativo y financiero del Gobierno de la Ciudad de México.
También, acordó con las autoridades locales enriquecer el proyecto en aspectos como la protección del espacio procesional histórico de la Calzada de los Misterios y la restauración de los 15 monumentos votivos en la banqueta oriente, tanto aquellos que son históricos, como los que fueron restituidos en el siglo 20.
Corregir los emplazamientos de aquellas estaciones que comprometían la libre apreciación de los monumentos, esculturas y jarrones históricos; que el diseño de las estaciones de embarque-desembarque fuese transparente, abierto y no protagónico, y modificar los mástiles en la señalética de cada estación, ubicando en su lugar estelas de baja altura que prescindieran de propaganda comercial.
Y que la delimitación del carril exclusivo para el transporte fuese resuelta mediante botones metálicos discretos y respetuosos del entorno; respetar las áreas peatonales y los componentes de la traza, evitando la construcción de bahías para autobuses.