Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
Para que la Alianza Va por México logre sacar para las presidenciales del 2024, lo primero que debe tener es una figura política de primera línea que garantice que será un convocante de las oposiciones para sacar a MORENA del poder.
Y no la tiene, por ahora.
Por el listado de pretendientes a la candidatura presidencial, la verdad que esa lánguida oposición representada ahora por descoloridos como Marko Cortés o ladinos consumados como Alejandro Moreno, mismos que no tienen nada qué hacer en el 2024 frente a cualquiera de las Corcholatas que apoyará finalmente el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ello a pesar de que el proyecto de la 4T anda haciendo agua por flancos muy delicados.
Por lo pronto ya le dieron severo esquinazo al tormentoso y tramposo de Alito en el INE al rechazar su pretensión de seguir al frente del PRI por un periodo más largo que para el que fue elegido.
Y Marko Cortés anda verdaderamente en alta mar, con un discurso tan anodino y fantástico, que mueve a piedad cada vez que se pone a responderle con sus retos de rezandero de parroquia al presidente López Obrador cada vez que lo provoca con sus taimadas peroratas mañaneras.
Con Alito fuera de la jugada para ser candidato presidencial y con Marko Cortés perdido en su puequeñez, el PRI y el PAN están a la difícil búsqueda de una figura política con empaque de verdadero contrincante de MORENA.
Si el PRI decide que el sucesor de Alito sea Carolina Viggiano equivaldría a entregar el partido al nefasto Clan Moreira. (Ver la columna de Federico Berrueto de ayer sobre esa posibilidad) y con ello jugar las presidenciales con una necrófila impronta de momia.
Del grupo beltronista el más notable es sin duda Manuel Añorve.
Pero si en el caso de que en las elecciones para gobernador que habrá el primer domingo de junio próximo, resultaran ganadores los candidatos de Alfredo del Mazo en el Estado de México (Alejandra del Moral, que sigue creciendo mientras la maestra Delfina se achica) y de Miguel Riquelme en Coahuila (Con un Manolo Jiménez que va muy adelante del morenista Armando Guadiana y todavía más retirado del tránsfuga de Mejía Berdejo) esos dos mandatarios serán, sin duda, candidatos naturales para quitarle de encima al PRI al marrullero de Alejandro Moreno Cárdenas.
En el PRI las corrientes dominantes por ahora no dejarán pasar ni en sueños a los ex gobernadores que entregaron sus estados a MORENA como son los casos de Alejandro Murat y Miguel Ángel Osorio Chong, que regalaron Oaxaca e Hidalgo respectivamente al partido de López Obrador.
Y esa mafia, la verdad que no hace otra cosa que jugar con el grupo de suspirantes a la candidatura presidencial que tiene encartadas a gente valiosa como Beatriz Paredes, Claudia Ruíz Massieu o Enrique de la Madrid.
De los probables presidenciables del PAN nos ocuparemos en una próxima entrega.
Por lo pronto, el diagnóstico para la oposición a MORENA, está más negro que un acapulqueño vendiendo cocos en Caleta a medio día.