Recomienda IMSS disfrutar época decembrina sin descuidar la salud
CIUDAD DE MEXICO, 19 de septiembre (Quadratín México).- El amaranto, la pequeña semilla relacionada mayormente con el dulce tradicional llamado “alegría”, es un gran aliado para nuestra salud, considera Diana Villafán, nutrióloga y coordinadora de medios científicos de Recorrido por la Salud.
El amaranto, dice, constituyó en las culturas prehispánicas, la base de la alimentación junto con el maíz, el frijol y la chía. Los pueblos indígenas consumían sus hojas como verdura y utilizaban la semilla para elaborar atoles, tamales, pinole y tortillas.
Desde el punto de vista nutricional, el amaranto es un excelente alimento, que comparado con otros cereales, tiene el mejor balance de aminoácidos esenciales para formar las proteínas que el organismo necesita para el crecimiento y la reparación de tejidos.
Diana Villafán explica que su contenido de fibra es excelente para el tránsito intestinal al prevenir el estreñimiento, además de proporcionar alimento para el crecimiento de bacterias intestinales que mejoran la salud digestiva.
Las bondades nutrimentales de esta pequeña semilla se manifiesta en las “grandes” cantidades de calcio que aporta al organismo.
A los 40 años de edad, la llamada densidad mineral del hueso (DMH) comienza a disminuir de manera gradual, pérdida que es mayor en las mujeres a partir de los 50 años o en la etapa de la menopausia.
La disminución de calcio condiciona el desarrollo de osteoporosis y por lo tanto de fracturas, por lo cual es importante una ingesta adecuada de calcio.
El calcio en el amaranto se encuentra presente en cantidades apreciables, una porción de 22 gramos (1/3 taza) aporta 66.3 miligramos.
Si se combina con una taza de leche o yogurt (280 mg) y 10 piezas de almendras (28.8 mg) se alcanza un aporte de 375 miligramos del mineral, lo que representa cerca del 47 por ciento de la recomendación de ingesta diaria (800mg) para hombres y mujeres de 25-65 años.
La especialista de Recorrido por la Salud, comenta que las hojas del amaranto cocidas contienen altos valores de hierro, más que la espinaca, las cuales ayudan a prevenir la anemia común en las mujeres embarazadas y en los niños.
La harina de amaranto al mezclarse con la de maíz para la elaboración de tortillas, tamales, atole o algunos panes, se puede consumir en el desayuno acompañado con leche o yogurt y fruta de temporada o en licuados o como bebida en forma de horchata o como postre con la tradicional alegría, recomienda por su parte, Alicia Velásquez Garibay, directora general de Recorrido por la Salud.
Por ello, “como parte de nuestra labor en los diversos Recorridos, buscamos que la gente esté consciente de que cuidar su salud es fundamental para tener una vida plena, por eso nuestro afán es estar continuamente enseñando salud de por vida para lograr el cometido”.
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