Detectan brote de la bacteria Klebsiella oxytoca en el Estado de México
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de junio (Quadratín México).- La especialista del Servicio de Otorrinolaringología del Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, Amelia Cruz Rodríguez, señaló que la amigdalitis tanto la aguda como la crónica, representa un importante problema de salud pública.
La especialista indicó que la amigdalitis afecta a todas las personas sin distinción de sexo o edad, sobre todo en los países en vías de desarrollo, con mayor incidencia en niños de 2 a 10 años de edad.
Explicó que las amígdalas son un tejido linfoide situado en la orofaringe, entrada de las vías aerodigestivas al organismo, y su función básica es producir anticuerpos para mediar la protección inmunitaria y el mecanismo de defensa contra las infecciones.
Detalló que por su localización anatómica representan la primera zona de contacto con microorganismos y sustancias antigénicas existentes en el alimento y en el aire inhalado, por lo que constituye la primera línea de defensa contra agresores exógenos.
Indicó que esta infección-inflamación es considerada el común denominador de las infecciones de la vía aérea por su capacidad de diseminación a otros órganos como oídos, laringe, nariz y senos paranasales.
“Puede presentarse concomitantemente con padecimientos como otitis medias, laringitis, sinusitis, así como rinitis infecciosa y/o alérgica como las más frecuentes, no obstante puede dar lugar a complicaciones más severas como bronquitis y neumonías, hasta las más graves como cardiopatías y nefropatías”, dijo.
A diferencia de la amigdalitis aguda, cuyos principales signos son fiebre, malestar general, dolor faríngeo, dolor al tragar los alimentos, así como dolor de oídos en un 50 por ciento de los casos, la amigdalitis crónica se define como una inflamación persistente por recurrentes procesos infecciosos.
Cruz Rodríguez dio a conocer que la amigdalitis crónica se manifiesta clínicamente cuando el paciente presenta talla y peso con valores inferiores a los normales, inflamación y eritema amigdalino (enrojecimiento de la garganta).
Así como halitosis o mal aliento, dolor de garganta producido al tragar, dificultad para deglutir, incluso puede presentar caseum excesivo, es decir, la acumulación de restos alimenticios en las amígdalas, como inflamación de los ganglios linfáticos.
Otros signos que destacan la amigdalitis crónica son anormalidades en el paladar duro, así como trastornos del sueño y del lenguaje, explicó la experta.
En el Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, el servicio de Otorrinolaringología reportó el año pasado un total de 330 procedimientos quirúrgicos de amigdalectomía, 246 cirugías pediátricas y 84 de adultos, con un promedio mensual de 27 cirugías.
De enero a mayo del presente año, se han llevado a cabo 161 intervenciones, 125 fueron en niños y 36 en adultos, con un promedio de 32 amigdalectomías mensuales. Ello demuestra que los más afectados ya sea por amigdalitis crónica o aguda son los niños, con un rango de edad que va de los dos a los 10 años.
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