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CIUDAD DE MÉXICO, 25 de junio de 2020. — El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, abrió un canal de diálogo con la empresa española Iberdrola, sin embargo enfatizó: “México no es tierra de conquista, no van a venir a saquearnos, se acabó eso”.
Ante la posible cancelación de una inversión millonaria de la compañía en Tuxpan, en el estado de Veracruz, el Jefe del Ejecutivo informó este jueves, durante la conferencia matutina que se llevó a cabo en Texcoco, Estado de México, que recibió una carta de Iberdrola.
“Si continúa el predominio de los intereses particulares en el lugar de los mexicanos, entonces si va a seguir el aumento (de la luz)… va a haber arreglo y esta carta es con ese propósito, un diálogo, me están pidiendo una entrevista”, comentó.
Explicó que el Gobierno Federal abrirá el diálogo, pero no será directamente con él, sino primero los atenderá la secretaria de Energía, Rocío Nahle, y Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Reprochó que Ia empresa tuvo al ex presidente Felipe Calderón Hinojosa como consejero independiente.
“Es una vergüenza, hay mucha desinformación y una campaña en medios de que vamos nosotros a producir energía con combustóleo y que vamos a contaminar, y que se van a expropiar o nacionalizar las empresas particulares, y que se están inclumpliento los compromiso, nosotros estamos actuando en el marco de la Ley y defendiendo el interés nacional”, mencionó.
Insistió que se encaminan para que no aumente el precio de la luz, con el rescate de la CFE y su infraestructura, para impulsar la propiedad de México, por encima de los intereses de algunos sectores de la iniciativa privada.
“Pero ya basta, que se entienda bien que se escuche fuerte y lejos, México no es tierra de conquista, no van a venir a saquearnos, se acabó eso, tenemos que cuidar el patrimonio de los mexicanos”, apuntó.
Reiteró que desde tiempos del presidente Carlos Salinas y hasta el 2018, se firmaron varios acuerdos desfavorables para los mexicanos, como uno que especifica que la energía producida por particulares debe ser la primera en cargarse a las líneas de distribución.