Amor, derroche de emociones/Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres

¿El enamoramiento tiene fecha de caducidad? ¿Es posible establecer la duración del amor?

Según la ciencia, el amor más profundo dura entre cuatro y cinco años. Las parejas pasan por una fase de euforia de alrededor de un año, tras la cual llega la etapa de apego temprano o vinculación, donde la dopamina —neurotransmisor que regula las emociones y el placer— genera una sensación placentera y  la relación se vuelve más tranquila conforme disminuye.

Hacia los siete años, dicen, llega la crisis y, si el vínculo no se ha consolidado adecuadamente, la posibilidad de ruptura.

El amor es un derroche de emociones, las cuales eventualmente requieren atenderse para su mejor procesamiento.

En el marco del Día del Amor y la Amistad, en el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México analizamos las atenciones emocionales relacionadas con la pareja y detectamos disposición de las personas a solucionar sus problemas y cuidar el amor.

De acuerdo con los reportes a la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, el 68 por ciento de quienes buscan apoyo lo hacen para “salvar” su relación ante conflictos generados por infidelidad, falta de comunicación, dificultad para relacionarse, celotipia o riñas constantes. El resto quiere superar la separación.

Seguridad emocional y capacidad de manejar conflictos son elementos clave para mantener una conexión a largo plazo. La dopamina es el detonante, el equilibrio anímico, individual y de pareja, fortalece la conexión.

En el ámbito social, las influencias culturales y expectativas familiares pueden moldear la percepción y aceptación de las relaciones con más años. La calidad de las redes de apoyo y la capacidad de las parejas para adaptarse a cambios sociales y económicos también son determinantes.

Los datos revelan mayor disposición de las mujeres a buscar ayuda emocional, en una proporción de 10 a cinco con relación a los hombres. Por grupos etarios, las y los jóvenes de la Generación Z —nacidos entre 1994 y 2010, es decir, tienen de 14 a 30 años— son los más interesados, principalmente para mejorar la comunicación y superar las dificultades en su relación.

A partir de esa edad, las situaciones de infidelidad son la razón principal para solicitar contención emocional y encontrar herramientas para procesar las emociones vinculadas al llamado duelo amoroso.

La voluntad para cuidar el amor demuestra que no tiene fecha de caducidad.