Para pedir su eterno descanso, la misa de Dulce en la Basílica
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de noviembre (QUADRATÍN MÉXICO).- Un viaje por la emoción y la remembranza es lo que la cantante española Ana Torroja consiguió este viernes, al abrir el baúl de los recuerdos con su presentación en la capital mexicana como parte de la gira “Soy”, que además contó con la participación de diversos artistas invitados.
Con una mezcla entre el pasado y el presente, entre la añoranza y la emoción, arribó Torroja al escenario del Teatro Metropolitan, para ser recibida de manera frenética por las más de tres mil almas que se dieron cita para alabar y disfrutar en compañía de la española, en punto de las 20:30 horas.
En un escenario que a pesar de no contar con una costosa producción lucía deslumbrante y acorde al estilo de la artista, se pudo escuchar un extenso ensamble con algunos de los grandes temas de la extinta agrupación Mecano, lo que hizo de esta una velada llena de nostalgia y mucho baile.
En compañía de sus tres músicos y con un juego de luces multicolor, la cantante inició este viaje auditivo y sensorial con la ejecución de “Soy”, “Como sueñan las sirenas” y “Hoy ya no te quiero”, canciones ampliamente aplaudidas y que eran solo el preámbulo del repertorio tan extenso y generoso que estaba por ofrecer.
“Gracias México, estoy feliz de estar de vuelta, tenía ganas de reencontrarme con vosotros”, exclamó la cantante española, antes de dejar paso a sus invitados.
La primera sorpresa de la noche corrió a cargo del dueto Ha*Ash, quien llegó al escenario para interpretar junto a Ana Torroja el corte “La fuerza del destino”, que consiguió levantar a los asistentes de sus butacas para moverse al ritmo de cada compás de esta cadenciosa y popular melodía.
A este tema, le siguieron otros como “Los amantes” y “Mujer contra mujer” que hizo famosa a la emblemática banda española disuelta en 1992, y que logró hacer bailar de manera cadenciosa a los asistentes, quienes hicieron de la noche una velada acogedora.
No obstante temas como “Partir”, “Tu habitación helada” y “Quien dice” reafirmaron que la cantante ha logrado ganarse un lugar en el gusto del público mexicano en solitario.
Con un escenario teñido de rojo y con guitarra en mano, Torroja continuó el espectáculo con “cruz de navajas” y “20 mariposas”, que gracias a su potente y aguda voz logró ser del beneplácito de sus seguidores que no dejaron de cantar, bailar y elogiar a la artista durante los casi 120 minutos que duró el recital.
Montada en un baúl, la cantante quien esta noche lució un atuendo transparente y revelador hizo un breve pero necesario recorrido por algunos emblemáticos cortes como “Quédate”, “Sentía”, “Naturaleza muerta” y “Aire”, que con nuevos arreglos desataron la melancolía y la euforia por igual.
Al finalizar el pequeño popurrí, el foro se inundó con la voz de Aleks Syntek, que desde las primeras notas pronunciadas se ganó al ya de por si entregado publico, que contemplo esta sorpresiva participación con entusiasmo y alegría.
Conforme el concierto transcurría, la emoción, energía y espectacularidad se fueron intensificando con canciones como “Un año”, “Sonrisa”, “Hijo de la luna”, “7 septiembre” y “A contratiempo”, esta última interpretada a dueto con Benny Ibarra, autor de la tercera intervención especial de la noche, la cual logró complacer a los mujeres que se encontraban en el recinto.
Tras una breve pausa que aprovechó para hacer un cambio de vestuario, la cantante regresó al escenario más atrevida y desenfrenada para cantar “Maquillaje” y “Me colé”, que con un sonido electrónico mezclado con charlestón y con un explosivo baile hizo cimbrar el Metropolitan.
En la recta final del “show” y luego de despedirse de su frenético publico, Ana torroja presentó a sus músicos para inmediatamente salir del templete ante los gritos, porras y aplausos que reinaron sobre el recinto y que hicieron que la intérprete volviera para entonar los dos últimos cortes de la noche, “Barco a Venus” y “Me cuesta tanto olvidarte”, que consiguieron una perfecta comunión entre la artista y los capitalinos.
Finalmente, con un “Gracias México, gracias de corazón, os quiero mucho, no sabéis lo importante que son para mí”, la cantante partió del escenario para dejar a sus fans satisfechos por haber regresado durante el tiempo una noche, dos décadas en el pasado y ser parte de esta emotiva y festiva velada.
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