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CIUDAD DE MÉXICO, 12 de abril de 2018.- Javier Lozano, vocero de la campaña del candidato a la Presidencia José Antonio Meade, recordó que presentó una escritura pública, «en la cual consta que la compra-venta de la nave industrial, por 54 millones de pesos que vendió Juni Serra, empresa de la familia de Ricardo Anaya, había sido en realidad a Luis Alberto López López».
Destacó en conferencia de prensa que López López es representante legal de la empresa y quien era «ni más ni menos que el chófer de Manuel Barreiro».
«Antier, pues ustedes fueron testigos de que el representante legal de Luis Alberto López López, del chofer de Manuel Barreiro, acudieron ante un juzgado federal a declarar, dentro del Nuevo Sistema Penal Acusatorio, a colaborar con la autoridad y a decir lo que sabían de esta operación.
«Y en pocas palabras, lo que ellos confirmaron fue la tesis que yo había anticipado, que en realidad Luis Alberto López López fue el verdadero comprador de la nave industrial, como representante legal de la empresa Manhattan, pero que lo había hecho como prestanombres a petición o por orden de su patrón, de Manuel Barreiro», detalló.
Añadió que López López no sabía lo que estaba firmando, que él nunca vio a los ojos al notario, no conoció al suegro de Ricardo Anaya, ni tuvo beneficio alguno en la operación y que, sin embargo, firmó por lealtad y por obediencia.
«Y abundó, y dijo que, como parte del acuerdo reparatorio ante el Estado mexicano, ponía a disposición del ministerio público federal, en presencia de una representante de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la nave industrial, con lo cual está demostrando que él tenía la disposición jurídica de dicho bien inmueble.
«Con ello, la Procuraduría General de la República (PGR), por cuanto hace a esta persona, considerando su buena fe, considerando la manera en que colaboró con la propia autoridad y ante la autoridad judicial, que quede muy claro, judicial, el Poder Judicial de la Federación, fue que se recibe esa nave industrial, se recibe su testimonio, queda en evidencia la mentira y, entonces, esto nos abre nuevas interrogantes», señaló.
Subrayó que hay tres versiones distintas: la de Anaya, la mentira; la evidencia de la mentira a cargo del propio prestanombres, el chofer de Manuel Barreiro, y hoy la confesión de un representante del candidato a la Presidencia de Por México al Frente, diciendo: «no, la operación fue directamente con Barreiro».
«La pregunta es: primero, ¿por qué, por qué miente Ricardo Anaya? ¿Qué es lo que está escondiendo? No era mucho más fácil transparentar la operación sin pasar el dinero por cinco países del mundo, con empresas recién creadas, incluida la SOFOM, incluida la de Manhattan Development, que fue constituida apenas 51 días antes de la compra por 54 millones de pesos.
«Y que fue constituida, como sabíamos, por el chofer de Barreiro y por la esposa del contador de Barreiro, con un capital social de 10 mil pesos. Y que 50 días después pueden ligar con 54 millones de pesos para entregárselos a Ricardo Anaya.
«Insisto, si no están escondiendo algo, ¿por qué no hicieron una operación directa? ¿Y por qué tuvieron que pasear el dinero por todo el mundo? Creando empresas, incluida ésta última, por cierto, que ya fue declarada final y oficialmente por el SAT como una empresa fantasma. ¿Qué es lo que está escondiendo?
«Todo parece indicar que estamos frente a un pago de favores. Me explico, simplemente haciendo una cuenta de tres, y recordemos el origen de todo esto, donde construye la nave industrial, sobre el lote que compra la empresa de Ricardo Anaya, en el terreno de Barreiro, ese terreno era del Gobierno del Estado.
«Y siendo él secretario particular del gobernador del estado, Garrido Patrón, le traslada, le vende el terreno a Barreiro, pero se lo venden por debajo del precio.
«Insisto, simplemente haciendo una cuenta de tres, considerando en cuánto le vendieron su propio lote a Anaya, lo que le costó originalmente 13 millones de pesos a Barreiro, debió de haber sido por 915 millones de pesos.
«Hace todo el sentido del mundo que haya un pago de moches en especie, y que este pago de moches en especie se haya dado en un momento particular, crítico», desmenuzó.
Señaló que Ricardo Anaya mintió en su 3 de 3 y cuando salió el tema y el escándalo de que su familia vivía cómodamente en Atlanta y los números no le salían, es que entonces apresuran esta operación de compra-venta por 54 millones de pesoso, para que entonces tenga suficiencia y flujo y justificar así su tren de vida.
«Y hay dos datos que quiero destacar: el primero, ¿por qué no aparece en ningún papel? Dice Ricardo Anaya que tiene el 42 por ciento de la empresa Juni Serra. Y quien firma todo a nombre de Juni Serra es su suegro, pero él no aparece en ningún lado, no aparece en ninguna compra-venta, ni en la escrituras, vamos.
¿Por qué lo hace? Porque es, según la legislación en materia de lavado de dinero, una persona políticamente expuesta. Y porque, al ser una persona políticamente expuesta, se tiene que dar información, desde el propio notario público hasta otro tipo de instancias de cualquier alianza, transacción comercial, arrendamiento, compra, financiamiento, etcétera. En materia de lavado de dinero, se llama persona políticamente expuesta», cuestionó.
Dijo que es la primera vez que tenemos a un candidato a la Presidencia que abiertamente miente, sin pudor alguno. Y que para él el tema está cerrado y dice que lo explicó con peras y manzanas.