Descomplicado
He recibido una serie de reportes acerca de lo que cuesta a México la organización de sus procesos electorales, ante la necesidad de que el país cuente con recursos, los más que se pueda, para enfrentar la gravísima crisis sanitaria en la que nos ha puesto la pandemia del Covid 19.
Esos reportes inician con los comentarios de ciudadanos coahuilenses e hidalguenses, entidades en las que se han pospuesto sus elecciones que habrían de celebrarse a mediados del presente año, pero que reclaman que tanto partidos políticos como funcionarios electorales locales, seguirán recibiendo sus prerrogativas y sus abultados sueldos respectivamente aún cuando no estarán realizando trabajo alguno para justificar ese gasto público.
El día de ayer el centro de estudios económicos Manuel Espinoza Iglesias estimó que, después de que el coronavirus llegue a un punto decreciente, en nuestro país habrá más de 50 millones de personas en el desempleo.
Y mientras ese panorama apocalíptico aguarda a millones de mexicanos, la organización de nuestros procesos electorales sigue siendo la más cara del mundo ante la condena de gran parte de la sociedad.
La desconfianza a los chanchullos electoreros cometidos por el PRI en 1999, con la famosa caída del sistema con el cual Carlos Salinas, Manuel Bartlett y sus compinches, le robaron las elecciones al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, propiciaron la exigencia de la sociedad de contar con un organismo electoral autónomo.
Así fue que nació el IFE, ahora sustituido por el gatopardiano INE encabezado por el inefable y controvertido Lorenzo Córdova.
El remedio no resultó lo suficientemente eficaz.
Pero desde entonces la organización de unas elecciones desacreditadas están costando una millonada mensual a los mexicanos.
Y eso se demostró en los comicios del 2006 cuando Vicente Fox, Luis Carlos Ugalde y demás cómplices electorales, hicieron ganar las elecciones presidenciales a Felipe Calderón con un increíble 0.49 por ciento de ventaja sobre el triunfador real que fue Andrés Manuel López Obrador.
Muchas voces se han alzado para que el INE y los organismos estatales electorales sean redefinidos en lo que se refiere a sus costos.
Un ejemplo irrefutable de lo inflada que está la gran burocracia electoral es el hecho de que el INE pospuso la selección de cuatro nuevos integrantes del Consejo General que sustituyan a los, ahora se ve que no eran para nada indispensables, Marco Antonio Baños, Enrique Andrade, Pamela San Martín y Benito Nacif.
El máximo organismo electoral de México ha funcionado sin problemas con los cinco consejeros en funciones.
¿Para qué se quiere entonces a otros cuatro carísimos burócratas?
Pero lo que más irrita a la sociedad es la posibilidad de que para el 2021, México tenga nuevos partidos políticos, casi todos ellos de características familiares o de camarilla.
En un país con millones de desempleados que habrá después de que la pandemia del Covid 19 ceda en su brutal agresividad, es un verdadero despropósito que se otorgaran franquicias políticas a personajes que se han hecho millonarios al amparo del viejo estilo de ejercer funciones públicas de una manera evidentemente corrupta.
¿Un partido familiar con cargo a nuestros exiguos impuestos para la millonaria maestra Elba Esther Gordillo es lo que necesita México en estos tiempos?
¿O franquicias para Napoleón Gómez Urrutia, quien se carranceó más de 50 millones de dólares de las cuotas del sindicato minero?
¿O revivir al PES, organización que al parecer solo obedece a otro político millonario como Osorio Chong?
Pero el colmo sería financiar las aventuras políticas de Felipe Calderón y de su esposa.
Ambos son personajes impresentables.
Señalados, el primero como el iniciador de la fallida guerra contra el narcotráfico que ha dejado un país bañado en sangre en complicidad con el ahora indiciado por delitos contra la salud Genaro García Luna. Y la señora de Calderón por ser manifiesta encubridora de personajes como Josefina Vázquez Mota, quien manejó a su antojo millones de dólares recibidos por su fundación de parte de varios gobiernos federales o su sobrina Mariana Gómez del Campo, involucrada en la negligencia del incendio de la Guardería ABC en Hermosillo.
Mañana presentaremos una ponderación de varias encuestas que revelan que más del 85 por ciento de los mexicanos no votarían por ninguno de los posibles nuevos partidos políticos, para fundamentar un claro sentir popular: #NOMÁSPARTIDOSPOLÍTICOS.
En tiempo real
1.- En SDP Noticias, la columnista Fernanda Diez-Torres vuelve a recordar sobre el pie que el senador Napoleón Gómez le quiere meter al presidente Andrés Manuel López Obrador.
“El ahora senador Gómez Urrutia no entiende; tampoco le importa. Como otros, él también nos dice: ¡qué le hace que estemos en plena contingencia por el Covid 19! Lo único relevante es que sus propuestas de reforma a la legislación laboral sean aprobadas. Eso sí, sin ponerlas en la mesa de discusión con otros legisladores y menos escuchar las opiniones de todas las partes interesadas en el tema.
El outsourcing sin duda debe ser legislado y, como suele ocurrir, existe una razón para la existencia de dicha figura, pero la propuesta del ex líder sindical no es la óptima”.
2.- El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, hizo un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador, para que atienda el llamado de los empresarios y les de “oxígeno”, durante la crisis causada por el coronavirus Covid 19.
En conferencia de prensa, Alfaro dijo que, si los empresarios están haciendo lo necesario para garantizar las fuentes de trabajo, el gobierno federal debe corresponder con dicho compromiso.
Horas más tarde, Alfaro fue más agresivo y dijo que negarse a realizar pruebas masivas de Covid 19, como lo ha indicado el subsecretario de Prevención y Promoción de Salud federal, Hugo López-Gatell, por cuidar las estadísticas sería un acto de ‘traición a la patria’.
3.- Una de las necesidades más apremiantes ante la pandemia del coronavirus es que la gente se quede en sus casas, y si el 80% de la población no manifestara síntomas ante el contagio, es entonces muy importante que se queden en sus casas a pasar la enfermedad que desaparecerá de forma espontanea.
Por ello, el Gobierno de la Ciudad de México diseñó una estrategia para detectar casos de Covid 19 con riesgo leve por medio del envío de un SMS al 51515, con la finalidad de que permanezcan en sus casas y así eliminar posibilidades de contagio mayor.
La estrategia consiste en el monitoreo de las victimas para evaluar el desarrollo de su enfermedad, entonces para ello, y después de obtener los datos de las personas en riesgo, se les envía un kit con los elementos mas importantes para tratar la enfermedad, esto es un termómetro, cubrebocas, paracetamol, pero además una pequeña despensa con alimentos básicos.