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CIUDAD DE MÉXICO, 30 de enero (Quadratín México).- Moodys de México pronosticó nuevos casos de incumplimiento de pagos por parte de algunos estados y municipios, pero argumentó que no hay razones macroeconómicas para considerar que podrían generalizarse.
Francisco Uriostegui, analista de Moodys de Gobiernos Subsoberanos para México, dijo que aunque estos gobiernos locales tratan de corregir sus desequilibrios, estas medidas no representan una solución a largo plazo y sólo van a postergar el problema.
“No descartamos que en el futuro cercano se presenten nuevos casos de incumplimiento”, argumento el directivo al insistir que éstos no representan un vínculo de contagio.
Anticipó que en un plazo de hasta tres meses, Moodys de México podría tomar más acciones de calificación entre los gobiernos locales que actualmente presentan perspectiva negativa o están en revisión para posible baja.
Uriostegui afirmó que los recientes casos de incumplimiento no representan un riesgo mayor para el gobierno federal el cual, destacó, ya ha confirmado su política de no rescatar a estados y municipios. Incluso, en un escenario en que cambiara su postura, consideró, la deuda subsoberana no representaría más de 2.6 por ciento del PIB y alcanzaría sólo 10 por ciento del total de la deuda del gobierno de la República.
Explicó que el deterioro e incumplimiento registrado recientemente en algunos estados y municipios obedece a una fuerte contracción de liquidez, que en algunos casos llegó a tal grado que generó una crisis y provocó el retraso en el pago de algunas deudas de corto plazo.
Sin embargo, acotó el analista de Moodys, “no identificamos que la contracción de la liquidez refleje un riesgo sistémico mayor”.
La débil disciplina fiscal, en combinación con el incremento de gastos operativos, fue lo que produjo el fuerte deterioro en las finanzas de muchos estados y municipios, aunque son casos específicos, precisó.
Expuso que la deuda a corto plazo y el crecimiento de las cuentas por pagar fueron el principal instrumento de financiamiento que utilizaron estos estados y municipios para suplir los déficits registrados.
Mencionó que en los últimos cinco años se incrementaron los déficits de estados y municipios, y en ello el periodo electoral de 2012 representó una presión extraordinaria, lo que pudo contribuir a generar los eventos recientes de incumplimiento.
En materia de calificaciones, refirió que los gobiernos estatales y municipales mexicanos se concentran en el grado especulativo, específicamente 68 por ciento de los estados y 87 por ciento de los municipios tienen calificaciones en ese grado.
La evaluadora ve presiones en el corto plazo que podrían significar una baja de calificación.
Así, de las 25 entidades federativas que califica Moodys, los que tienen perspectiva negativa o en revisión y que serían susceptibles de una reducción en su nota son Baja California, Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León, Morelos, Nayarit, Jalisco y Quintana Roo.
En tanto, de los 47 municipios calificados, los que tiene perspectiva negativa o en revisión son Guadalajara, Coatzacoalcos, Manzanillo, Tlaquepaque, Durango, Ixtapaluca, Mexicali, Acapulco, Benito Juárez (Cancún), Sultepec, Tuxpan, Zapotlán el Grande, Coacalco, y Naucalpan.
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