La nueva naturaleza del episcopado mexicano
@guerrerochipres
Abrirse al escrutinio internacional permite a la sociedad mirar con inusual transparencia las acciones de gobierno y, en el caso de la desaparición de más de 94 mil personas desde 1964, ayuda a asumir la grave dimensión que ha representado para las familias realizar las búsquedas ante un Estado ausente.
La tarea fue abandonada en las administraciones anteriores y delegada en organismos creadas por las víctimas, en una suerte de revictimización al no encontrar, al menos, el reconocimiento del problema por parte de los gobiernos. De la narrativa oficial desapareció —en lenguaje figurado y expreso—, su responsabilidad y el cumplimiento de sus obligaciones legales.
El dolor de familias que han dedicado su tiempo, recursos y esfuerzo a buscar a sus hijas, hijos, padres o madres, no había tenido correspondencia, por lo que se ha tenido que crear un nuevo modelo institucional con la colaboración de organizaciones ciudadanas y familias afectadas.
Desde 2013, el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU solicitó al gobierno de México realizar una visita y documentar la situación, sin recibir la autorización. Esta semana, los integrantes de dicha delegación, encabezados por Carmen Rosa Villa, llegaron y fueron recibidos por el Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.
Por primera vez, el gobierno de México abrió espacio al organismo internacional bajo el reconocimiento de una situación de crisis que se ha vivido y representa la búsqueda, en sus causas y consecuencias para dar con el paradero de miles de personas desaparecidas, durante la mal llamada guerra contra el narcotráfico y la guerra sucia, dos episodios con múltiples secuelas en la vida pública de nuestra nación.
Reconocer un problema es el primer paso para enfrentarlo. Actuar, articular, coordinar, investigar, es lo siguiente. En 2019, la Jefa de Gobierno de la capital nacional, Claudia Sheinbaum, creó la Comisión de Búsqueda de Personas de la Ciudad de México. Entonces se sabía de apenas 792 casos; el resto estaban invisibilizados. Ahora, de junio del 2019 a junio de este año sumaban mil 666.
El paradigma de la negación ya está superado. La atención al tema y colocar a las familias en el centro de la acción, mediante la búsqueda y recuperación de la memoria social, genera condiciones de dignificación.
La desaparición de una persona genera un vació imborrable. Los familiares enfrentan un duelo eterno incrementado por la incertidumbre sobre la vida o la muerte.
Activar mecanismos de apoyo es labor también de organismos civiles. En el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México proporcionamos ayuda psicológica y jurídica gratuita, 24/7 a todo el país, por medio de la Línea de Seguridad y Chat de Confianza 55 5533 5533.
Salvador Guerrero Chiprés es Presidente Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México