
Impulsa MC lactarios en administración pública y órganos desconcentrados
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de febrero de 2021.- En un hecho inédito e histórico, el Pleno del Senado de la República aprobó por unanimidad, con 109 votos no presenciales en el recinto legislativo, el fomento del consumo de alimentos y bebidas sanas en las cooperativas de las escuelas, así como la prohibición de comida chatarra al exterior de planteles educativos.
En su modalidad a distancia, los senadores de la República avalaron en sesión ordinaria de este jueves, el proyecto de decreto por el que se reforman los párrafos tercero y quinto del artículo 75 de la Ley General de Educación, en materia de asegurar alimentos sanos para las y los educandos, con el objetivo de permitir un desarrollo óptimo de las niñas, los niños y los jóvenes.
Con dicha legislación se establece la obligación, tanto de las cooperativas que funcionen al interior de la comunidad educativa, como de la autoridad educativa, para que en las tareas de promoción en los planteles observen los criterios nutrimentales y Normas Oficiales Mexicanas emitidas por la Secretaría de Salud.
Dichas autoridades fomentarán el expendio de alimentos saludables, de preferencia producidos en el barrio, vecindad o región de cada plantel, siguiendo los criterios nutrimentales y Normas Oficiales Mexicanas de la Secretaría de Salud.
Además, la Secretaría garantizará los apoyos necesarios para que las cooperativas cumplan esta obligación y para que en las mismas se distribuyan productos del barrio, vecindad o región de cada plantel, que sea culturalmente adecuados a la comunidad educativa; los cuales deberán incluir la comercialización de frutas y verduras.
El dar la preferencia a aquellos alimentos que son propios de cada región, que son producidos en el barrio o vecindad al que corresponde cada plantel, pretende rescatar las tradiciones nutrimentales e incentivar la actividad comercial relativa a la producción artesanal de alimentos y bebidas sin aditivos químicos, prescindiendo de azúcares y grasas industrializadas, los cuales aportan identidad y salud a nuestras niñas y niños del país.
Lo anterior, busca hacer un esfuerzo para reorientar normativamente las actividades productivas y comerciales en lugares aledaños a los centros educativos y se constituye como un cambio de paradigma para modificar las conductas nutrimentales de quienes habitan la zona.