Trastorno Afectivo Estacional: Estrategias de Atención en el IMSS
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de enero de 2019.- En México, entre siete y 12 por ciento de la población padece fobias, según datos del Instituto Nacional de Psiquiatría. “No son trastornos psiquiátricos graves, sino un conjunto de síntomas desproporcionados de autodefensa, que se manifiestan ante un suceso u objeto en particular, explicó Diana Patricia Guízar Sánchez, académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Los casos más frecuentes entre los mexicanos son la aracnofobia (miedo a las arañas), aerofobia (temor a viajar en avión), agorafobia (a los espacios abiertos), cinofobia (a los perros), tripanofobia (a las inyecciones), claustrofobia (a los espacios cerrados) y glosofobia (a hablar en público), entre otras.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Psiquiatría, sólo cuando la fobia se asocia a otro trastorno de ansiedad o afectivo (depresión) que pudiera generar problemas sociales o familiares, la gente acude a los servicios médicos, pero también porque tiende a restarle valor a los miedos.
Guízar Sánchez explicó que el detonador de las fobias puede ser por experiencias traumáticas o por transmisión genética, pero todavía no se sabe con certeza todo lo que implican estos trastornos.
“Desde el punto de vista psicológico, un evento traumático podría desencadenarlas. Desde el aspecto biológico, ocurren por predisposición: si hay antecedentes familiares de ansiedad o depresión, se tiene más susceptibilidad a desarrollar fobias”, añadió.
El tratamiento para una fobia es la terapia de exposición y la psicoterapia específica. No es necesario tomar medicamentos, pero si se deja pasar mucho tiempo antes de iniciar un tratamiento, es probable que ya se hayan desencadenado otros trastornos, concluyó.