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CIUDAD DE MÉXICO, 14 de julio de 2025.- El arancel del 17.09 por ciento a las importaciones de tomate fresco mexicano, tras la terminación del Acuerdo de Suspensión que estuvo vigente durante los últimos 28 años, representa un retroceso en la integración de América del Norte y pone en riesgo la seguridad alimentaria de la región.
Al expresar su preocupación por la decisión del Departamento de Comercio de los Estados Unidos de imponer esta cuota compensatoria, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) sostuvo que también están en riesgo los productores nacionales, todos los integrantes de la cadena productiva, así como a los consumidores estadounidenses, lo que invariablemente repercutirá en un aumento de precios, impactando a varios alimentos de consumo cotidiano derivados de este producto.
Recordó que México ha demostrado ser líder global en la producción de tomate gracias a su diversidad de climas, innovación tecnológica y décadas de inversión en sistemas agrícolas sostenibles.
“Nuestra oferta se ha consolidado por su calidad, variedad y eficiencia, características que el mercado estadounidense reconoce y valora. Como ha señalado Jorge Esteve, presidente del CNA, en distintos espacios, México cuenta con ventajas naturales y una vocación productiva que le han permitido posicionarse como un proveedor clave de tomate para EE. UU., difícilmente sustituible”, señaló.
Actualmente, México abastece 9 de cada 10 tomates que importa Estados Unidos, lo que representa el 55 por ciento del consumo total en ese país. Esta interdependencia ha sido clave para mantener una cadena agroalimentaria eficiente, segura, sana y resiliente en toda la región.
El CNA reconoció el respaldo del Gobierno de México, de la presidenta Claudia Sheinbaum, así como del secretario de Agricultura, Julio Berdegué, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, el subsecretario Luis Rosendo Gutiérrez y el embajador Esteban Moctezuma, por acompañar de manera decidida a los productores del país en este proceso.
“Reiteramos nuestro llamado a que se prioricen el diálogo y la cooperación entre ambos países. Las barreras comerciales, lejos de resolver desequilibrios, generan incertidumbre, aumentan los costos a los consumidores y dañan el bienestar de millones de familias en ambos lados de la frontera”, puntualizó.