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CIUDAD DE MÉXICO, 4 de noviembre de 2017.- Los cacaos podrían contribuir a la preservación de anfibios y reptiles, fundamentales en la cadena trófica por el papel que juegan: la eliminación de plagas, aseguró Martín de Jesús Cervantes, estudiante de posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM.
El universitario alertó que la tala de árboles y la degradación de la flora podrían causar la extinción de entre 70 y 80 por ciento de la población de anfibios y reptiles tropicales de la Selva Lacandona de Chiapas, especialmente aquellas sensibles a los cambios.
Los cacaos bajo sombra podrían ser una solución, pues sus características permiten la adaptación exitosa de esas especies, indicó.
Según un estudio realizado por Cervantes, y asesorado por Ellen Andresen, del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES), la sustitución de agroecosistemas que presentan un menor valor ecológico (como pastizales tropicales para la cría de ganado) por cacaotales (terrenos poblados de cacaos) sería una opción acertada; sin embargo, éstos no generan la misma remuneración que otros cultivos.
“Es complicado, porque en la región las personas prefieren las actividades que les generan más recursos, y lamentablemente los cacaotales no tienen gran impacto en la economía como los pastizales o las plantaciones de palma de aceite”, reconoció.
Cacaotales
A diferencia de otros entornos como los bosques secundarios, los cacaotales cuentan con las condiciones ambientales y microhábitats idóneos para anfibios y reptiles, pues producen gran cantidad de hojarasca que además de tener las condiciones de humedad óptima, sirve de escondite para protegerse de los depredadores.
También son ricos en ramas y troncos caídos, alta densidad de arbustos, estanques temporales y permanentes, y abundancia de bromelias.
“Pueden ser un hábitat complementario y favorecer la conservación de la biodiversidad en paisajes en donde se ha perdido mucho bosque por la actividad humana”, resaltó Martín de Jesús Cervantes.
Además, los cacaos contribuyen a funciones ecosistémicas como la conservación de la fertilidad de los suelos, retención de carbono, polinización y purificación del agua.
“Las zonas protegidas no son suficientes para la conservación de anfibios y reptiles, así que los cacaotales son una alternativa. Para su siembra no es necesario destruir bosques o hábitats más grandes, por el contrario, son un complemento. No obstante, es fundamental informar y mostrar a los pobladores que son plantaciones rentables”.