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CIUDAD DEL VATICANO, 23 de julio (Quadratín México).- El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, desmintió categóricamente la imputación de tres colaboradores cercanos al Papa en el marco del proceso por el “vatileaks”, el robo y filtración de documentos confidenciales de Benedicto XVI.
En una larga declaración, el sacerdote jesuita rechazó que esas personas (la ex ama de llaves, ex escritor de discursos y ex secretario personal de Joseph Ratzinger) hayan sido procesadas por la justicia vaticana como presuntos “cuervos”, los anónimos artífices de la fuga de noticias.
Asimismo arremetió contra el diario italiano “La Repubblica”, que publicó los nombres de los supuestos imputados, acusándolo de usar frases “hipócritas”, de copiar a otros medios de comunicación y de confundir a la opinión pública.
Según indicó el periódico, los “cómplices” de Paolo Gabriele, el mayordomo papal y único imputado formal por el “vatileaks”, serían Paolo Sardi (antiguo escritor de discursos), Ingrid Stampa (ex ama de llaves) y Josef Clemens (ex secretario).
El artículo indignó al Vaticano, que salió al paso para demostrar las inconsistencias del mismo. En su declaración Lombardi dejó en claro que el diario copió (en algunos pasajes literalmente) una nota publicado por la versión en internet del alemán “Die Wielt”.
“Hago notar que el artículo de Die Welt no había sido recogido hasta ahora por la prensa alemana, que había reconocido en él una evidente parcialidad y la grave responsabilidad de indicar algunas personas como corresponsables sin argumentos objetivos. Por eso había decidido no responder con decisión”, precisó.
El portavoz reconoció que las personas mencionadas sí fueron escuchadas por la comisión de cardenales que investiga el origen y los motivos del “vatileaks”, pero aclaró que eso nunca significó que fuesen “corresponsables” o “cómplices” del mayordomo.
“He repetido muchas veces que el hecho de haber sido escuchados por una comisión en el curso de sus investigaciones no significa en algún modo ser sospechosos”, sostuvo.
Asimismo, señaló: “considero gravísimo tirar sospechas sobre personas dignas de respeto, que han desempeñado con empeño muchos años de servicio totalmente dedicado a la persona del Santo Padre”.
El sacerdote recordó además una larga lista de artículos publicados por “La Repubblica” sobre el tema del “vatileaks” que él mismo ha tenido “repetida y públicamente” que desmentir. El último texto “parece colmar la paciencia”, subayó.
Por ahora el único imputado por el robo de los documentos confidenciales sigue siendo Paolo Gabriele, que el fin de semana obtuvo el beneficio de la libertad vigilada luego de permanecer 50 días detenido en una celda de seguridad dentro del Vaticano.
El mayordomo esperará, en su casa también dentro del territorio pontificio, la sentencia del juez instructor Piero Bonnet, quien decidirá en los próximos días si enviarlo a juicio o dejarlo en libertad aunque lo más probable es que sea enjuiciado, como reconocieron sus abogados.
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