Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de octubre de 2020.- Alma Hernández es una artista oaxaqueña que se especializa en crear personajes y objetos tridimensionales con materiales textiles, y su gusto por la escultura textil comenzó en su infancia, debido a que sus padres fomentaron su desarrollo con varias actividades artísticas.
En entrevista con la Secretaría de Cultura, comenta que inició creando esculturas de papel y muñecas de tela. Posteriormente realizó su primer proyecto profesional Love dolls y anormales, el cual consistió en 15 muñecas elaboradas con resina y telas.
“El concepto principal fue la normalidad y la abyección, para esto hice una investigación acerca de las muñecas en el arte y la vida cotidiana; la relación que hay con el cuerpo y la muñeca”, recuerda.
Explica que un referente constante en sus esculturas son los muñecos porque a través de ellos realiza una “reinterpretación de los objetos de la infancia, considero que es una de las etapas más felices de la vida”.
Para la creación de sus piezas utiliza materiales como telas de algodón y lana; emplea la técnica del patronaje avanzado (estudio geométrico del volumen para realizar moldes) y del esculpido con aguja (utilizar agujas para crear forma y volumen).
Siguiendo esta línea, en 2017 desarrolló su proyecto Amigos cotidianos, cuya finalidad fue “que los niños pudieran trabajar con motricidad fina e identificar las siluetas de uso cotidiano”.
Esta iniciativa consistió en cuatro cajas con personajes híbridos acompañados de cubiertos y cepillos que enseñaban a los niños a realizar actividades como comer, dormir y el aseo personal.
Posteriormente decidió centrar sus creaciones en un diálogo y reflexión con el pasado a través de sus proyectos Del Pictograma a la escultura textil (2016-2017) y Acerca de gárgolas y grotescos (2018):
“Me gusta reflexionar sobre las formas del pasado porque es redescubrir lo que dejó de tener voz, responder a grandes las preguntas que tenemos del pasado a través de la escultura, del arte, y de ahí viene la reflexión del artista sobre el pasado y una actualización de estas formas”.
Para la creación de su trabajo Del Pictograma a la escultura textil, se inspiró en el Códice Nuttall (un manuscrito pictórico mixteco), y elaboró siete piezas escultóricas relacionadas con los animales del códice.
Tomando como referencia los colores del documento, realizó esculturas del gobernante mixteco Ocho Venado, así como de un lagarto, un jaguar y un cocodrilo, con el objetivo de “establecer un diálogo dinámico entre el presente, el pasado, el arte y la historia”.
Su exposición Acerca de gárgolas y grotescos (2018) fue resultado de una residencia artística en Francia y Suiza, donde se inspiró en las catedrales Estrasburgo y Basilea para crear cinco esculturas antropomorfas en tela.
Con ello deseaba comunicar “el mundo fantástico que hay en mí y que encuentro en las manifestaciones escultóricas de esa época, los personajes parecen tener vida y encontrar una resonancia actual”.
Actualmente trabaja en un nuevo proyecto que consiste en un mural fitomorfo (relacionado con la apariencia de las plantas), resultado de “la reinterpretación de las formas del pasado y la escultura florar textil”.
Y agrega que con sus esculturas espera “crear experiencias sensoriales, experiencias espirituales. El arte es el alimento para el espíritu, el goce estético. Alegría, placer o satisfacción es lo que busco con mi trabajo y contribuir a lo que significa el arte”.
Alma Hernández tiene una licenciatura en Arquitectura y Artes Plásticas; además de una maestría en Historia del arte. Sus esculturas se han presentado en diversos espacios en Oaxaca y México.