Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de mayo (Quadratín México).- Wirikuta se defiende, no se vende, es el clamor de artistas, creadores e intérpretes, quienes sin distingo de nacionalidad, exigen el resguardo de ese territorio sagrado de los indígenas wixárikas del norte del país.
Este sábado la causa indígena, la causa nuestra, de los wixárikas, los huicholes, los hombres y mujeres que Carlos Castaneda y su Don Juan desentrañaron en textos que causaron polémica, interés e inquietud en el mundo entero, serán acompañados para resguardar su venerable terreno: unas 140 mil hectáreas entre los estados de Durango, Nayarit y Sinaloa.
El Wirikuta Fest, será una inédita jornada de conciertos en el Foro Sol, en el que participarán Café Tacuba y Caifanes, además del dueto puertorriqueño Calle 13 encabezan el cartel del festival, integrado también por las mexicanas Ely Guerra, Julieta Venegas y Amandititita, el español Enrique Bunbury y otros grupos.
Los músicos demandan que el gobierno mexicano ponga un alto definitivo a los proyectos mineros encabezados por las empresas canadienses First Majestic Silver Corp. y Revolution Resources Corp. a las que se les han otorgado al menos 72 concesiones extractivas en el territorio de Wirikuta, informó el Colectivo AHO, que agrupa a los artistas que se presentarán en el festival. Además de ser sagrado para los wixárikas, este sitio tiene alto valor ambiental para la biodiversidad del altiplano mexicano.
Luego de que el gobierno federal diera a conocer que se declara reserva minera nacional, una área de aproximadamente 45 mil hectáreas, dónde no habían sido otorgadas concesiones mineras; indígenas afectados aseguraron que “esto no representa, lamentablemente, bajo ninguna visión una solución, sólo es una estrategia para aprovechar la cobertura mediática del Wirikuta Fest y dar una descompuesta imagen de su supuesta responsabilidad social”.
El Consejo Regional Wixárika para la Defensa de Wirikuta y el Frente en Defensa de Wirikuta Tamatsima Wahaa, dijeron que la decisión no fue consultada con las comunidades wixaritari y del decreto quedan sin protección más de 95 mil hectáreas.
En conferencia de prensa, la georreferenciación realizada por la Secretaría de la Reforma Agraria no fue consultada, entregada ni aceptada, por la gran mayoría del Pueblo Wixárika. Además no fue tomada en cuenta para la protección bajo la modalidad de la Reserva Minera Nacional.
El gobierno dice que no existe actividad minera en Wirikuta y que no existen daños a la Reserva. Parece desconocer las exploraciones de varias empresas mineras, atestiguadas y fotografiadas, y las agroindustrias devastadoras que desde hace un año viene denunciando el Pueblo Wixárika ante instancias del gobierno, ya que destruyen y desmontan ilegalmente la Reserva, aniquilando cada día miles de especies protegidas y en peligro de extinción.
La mención del secretario del Medio Ambiente, Rafael Elvira Quesada de que reconocerá a Wirikuta como zona nacional protegida federal abre la puerta para la protección ampliada a la reserva, el modelo de Reserva de la Biosfera, “consideramos que es el idóneo y hacemos un exhorto respetuoso para que se consulte de forma libre, previa e informada de acuerdo a la Constitución a las asambleas comunitarias de todas las comunidades wixaritari”.
Y es que dijeron que éstas son los órganos máximos de toma de decisiones del Pueblo Wixárika, para la realización del Plan de manejo, tomando como base los estudios y el conocimiento que se ha acumulado por parte del Pueblo Wixarika, y todos aquellos asesores que este requiera para la conservación, restauración y preservación de Wirikuta y su zona de influencia.
Mencionaron –mediante un comunicado–, que la empresa First Majestic Silver Corp, a través de su filial mexicana Minera Real Bonanza, cedió al Gobierno Federal, no al pueblo wixárika ni a los habitantes de Wirikuta un lote minero de 761 hectáreas que corresponde a la concesión de Minera Real Bonanza, lote minero Bonanza, fracc 8 Título 234874, cuya concesión es para polimetálicos, el mismo que ha ofrecido desde enero de 2011 y que el pueblo Wixárika no aceptó por considerar que Wirikuta no es sólo el cerro Quemado, sino que la constituyen por lo menos las 140 212 hectáreas en su integridad.
El lote de Real Bonanza fracción 8 es zona estéril sin mineralización económica y parte de una zona que no estuvo en los planes de explotación minera de FMS. En realidad el proyecto de explotación de la empresa queda intocado en el esquema gubernamental.
Otra muestra de la falta valores morales de FMS es la constante mentira y presunción para dar juicios de valor sobre la cultura Wixárika y lo que significa.
Esto no representa, lamentablemente, bajo ninguna visión una solución, sólo es una estrategia para aprovechar la cobertura mediática del Wirikuta Fest y dar una descompuesta imagen de su supuesta responsabilidad social.
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