Denuncia oposición que Morena legisla por medio de fe de erratas
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de febrero de 2018.- Como parte de la celebración del 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, la sesión de este martes en San Lázaro abrió la sesión con la participación de una invitada especial, hablante de lengua indígena.
Por segunda ocasión en este mes, se invitó a un ciudadano para dirigir un mensaje lengua indígena, esta vez correspondió a Yasnaya Aguilar, proveniente del municipio de San Pedro y San Pablo Ayutla, en Oaxaca, quien en su intervención lamentó que el Estado mexicano, la violencia, la desigualdad y la discriminación estén matando las lenguas originarias.
“Fue México el que nos quitó nuestras lenguas, el agua de su nombre nos borra y no silencia. Aun cuando han cambiado las leyes, éstas continúan siendo discriminadas dentro de los sistemas educativos, de salud y judicial.
Nuestras lenguas no mueren, las matan; el Estado mexicano las ha borrado; el pensamiento único, la cultura única, el Estado único, con el agua de su nombre, las borra”, aseveró.
Señaló que las lenguas originarias también se les mata cuando no se respeta sus territorios y éstos se venden y concesionan; cuando asesinan a quienes las defienden, por lo que cuestionó, “¿Cómo va a florecer nuestra palabra en un territorio del que se nos despoja?”.
Desde la máxima tribuna del país y ante la nula atención de los legisladores, Aguilar narró la experiencia de su comunidad, donde hace dos años, grupos armados los despojaron del manantial del que históricamente se abastecían, y pese a las insistentes denuncias, afirmó que permanece la injusticia.
Asimismo, reveló que de acuerdo al Catálogo de Lenguas Amenazadas de la Universidad de Hawái, Estados Unidos, existen seis mil lenguas en el mundo, donde en promedio cada tres meses muere una.
Mientras que, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, señala que en 100 años se habrán extinguido al menos la mitad de las lenguas del planeta.
Yasnaya Aguilar indicó que con la división de la tierra en estados, países y gobiernos, se buscó construir homogeneidad interna, así como establecer una sola lengua a lo que se le asignó valor de Estado, por lo que las lenguas distintas fueron discriminados y combatidas.
En ese sentido, refirió que en el caso de México en 1820, 300 años después de la conquista española, el 65 por ciento de la población hablaba lengua indígena, y el español era una expresión minoritaria; sin embargo, apuntó que actualmente es todo lo contrario, solo el 6.5 habla alguna lengua originaria, siendo el español la dominante.
“Así se minorizaron lenguas originarias como el maya, náhuatl, tepehua, tepehuano, mixe y el resto de las existentes, como parte de un proceso impulsado desde las políticas de gobierno que quitó valor a las lenguas originarias para privilegiar como lengua única el español”, lamentó.