Asesinato de Victoria no fue un acto individual: colectivas

CIUDAD DE MÉXICO, 29 de marzo de 2021.- Con repudio, hartazgo y exigencia a las autoridades, colectivas feministas se manifestaron en la representación de Quintana Roo en la Ciudad de México por el asesinato de Victoria Salazar, mujer migrante que murió en manos de policías de Tulum el fin de semana pasado.

Frente al inmueble ubicado en Álvaro Obregón 161, en la alcaldía Cuauhtémoc, las mujeres que comenzaron a llegar desde las 15 horas, lanzaron reclamos de justicia y criticaron que los gobiernos mantengan nula respuesta a la violencia contra las mujeres.

Ahí, aseguraron que no se trata de un caso aislado y que el feminicidio de Victoria no fue un acto individual, pues la brutalidad con la que fue sometida y le provocó la muerte, es parte de la naturaleza de los policías en México.

En entrevista para La Izquierda Diario México, condenaron que al caso de Victoria, en el marco del mes en el que se conmemora el Día de la Mujer, se sume el hecho de que sea migrante.

Llamaron a más mujeres para que nutran el movimiento y no se deje de exigir justicia e igualdad de género, además de castigo para todos los responsables.

Por la mañana de este lunes, el edificio de la Representación del Gobierno del Estado de Quintana Roo fue cercado con vallas metálicas por autoridades capitalinas, para proteger el inmueble durante el mitin que se realizó a las 17 horas.

Fractura de vértebras causó la muerte a Victoria

La Fiscalía General del Estado de Quintana Roo informó que los resultados de la necropsia al cuerpo  de la salvadoreña Victoria Salazar revelaron una fractura en la parte superior de la columna vertebral producida por la ruptura de la primera y segunda vértebra, lo que provocó la pérdida de la vida.

Las lesiones de acuerdo a los dictámenes en materia de criminalística, medicina forense y al material videográfico, que forman parte de la carpeta de investigación, son compatibles y coinciden con las maniobras de sometimiento que se le aplicaron a la víctima durante el proceso de su detención y antes de fallecer.

La técnica policial de control corporal aplicada y el nivel de fuerza utilizado, se realizó de manera desproporcionada, inmoderada y con un alto riesgo para la vida, ya que no fue acorde con la resistencia de la víctima lo que ocasionó una desaceleración con rotación del cuello, violándose con ello lo establecido en la Ley Nacional sobre el uso de la fuerza.