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En unas cuantas horas, la carpa más grande del mundo, Rusia 2018, se quedó sin sus dos grandes malabaristas del balón: Messi y Ronaldo, considerados como los mejores del planeta.
Sus respectivas selecciones, Argentina y Portugal, fueron echadas de Moscú, enterrando en la Plaza Roja, sin contemplaciones, toda su gloria.
La Selección de Francia sólo confirmó la crisis y decadencia del fútbol argentino y confirmó, al igual que Uruguay lo hizo con Portugal, que el fútbol es un deporte de conjunto, donde no se puede depender únicamente de un jugador.
Portugal y Argentina lo han intentado en cuatro mundiales con un rotundo fracaso, el de hoy, el más triste, porque el tiempo no perdona y ya no habrá otra oportunidad para llevar a sus vitrinas el único galardón, el más significativo, que les falta: conquistar con sus respectivas escuadras nacionales un título de Copa Mundial.
Ambos llegaron a Moscú considerados como los principales candidatos para llevarse la Bota de Oro (se otorga al campeón de goleo), trofeo que ambos tienen, pero a nivel de clubes. Ronaldo con el Real Madrid y Messi con el Barcelona.
Con más de treinta años de edad, difícilmente las piernas les permitirán llegar a Qatar, dentro de cuatro años (2022), con la fuerza que aún poseen y porque seguramente la dinámica del fútbol que se practique exigirá mucha velocidad.
Se acabó la generación dorada
En Argentina tendrán que trabajar con mayor seriedad, no sólo para sustituir a Lionel Messi, sino al 70 por ciento del actual plantel que ya rebasan los treinta años de edad, entre ellos, el mariscal de la media cancha, Javier Mascherano.
A sus 34 años, Mascherano se convirtió en un espectador más para ver como pasaban los franceses por su media cancha a toda velocidad, sin que nadie pudiera frenarlos.
Así la llamada Generación dorada, como se le nombro a este grupo de argentinos, después del subcampeonato mundial de hace cuatro años en Brasil, tendrá que regresar con la frente marchita y la nostalgia, para la mayoría, de no volver a vestir la camiseta albiceleste.
Para Messi y Ronaldo el futuro será de continuar incrementando sus fortunas y, ojala no caigan en la depresión que ahoga a su antecesor en la gloria, Diego Armando Maradona.
Ahora toca a Uruguay y Francia enfrentarse en la ronda de cuartos de final y acercarse a la conquista de un título mundial más.
Los charrúas lo ganaron en 1930 y 1950. Francia en 1998 y, es uno de los cuatro países que ha hecho valer su jerarquía como local en esta justa mundialista.