Se manifiestan en Bahrein en pro de reformas políticas; rechazan el GP Fórmula 1

MANAMA, 21 de abril (Quadratín México).-  La policía de Bahrein lanzó hoy gases lacrimógenos contra manifestantes que marchaban hacia la Plaza de la Perla, el monumento más simbólico de Manama, para protestar contra el régimen y la celebración del Gran Premio de Fórmula 1.

Los opositores al régimen de Bahrein quemaron neumáticos y se enfrentaron a las fuerzas del orden, en una nueva jornada de protesta en demanda de reformas políticas, al tiempo que la policía llevó a cabo redadas para arrestar a supuestos manifestantes, según activistas.

Antes del comienzo de la carrera automovilística, los manifestantes emplearon dos camiones para bloquear un lado de una importante carretera a la altura de la localidad de Yid Ali, al sur de la capital, Manama, reportó la cadena de televisión qatarí Al Yazira.

En Manama, cientos de estudiantes se concentraron, colocaron barreras dentro y fuera del instituto de Al Yabria y protagonizaron choques contra las fuerzas de seguridad, que lanzaron gases lacrimógenos para intentar dispersarlos.

Desde principios de este mes de abril, más de 160 personas han sido detenidas, de acuerdo con cifras de la oposición, que acusa a las autoridades de haber intensificado la represión con motivo del Gran Premio de Fórmula 1.

Los manifestantes provienen de la mayoría chiíta que exigen más derechos a la familia gobernante sunita, a la que acusan de utilizar el Gran Premio para tratar de ocultar su mal desempeño en materia de derechos humanos.

El denominado Movimiento 14 de Febrero, que aglutina a varios grupos opositores, convocó a manifestaciones diarias que culminarían este domingo con una gran concentración coincidiendo con el Gran Premio de Fórmula 1, que se celebró pese a la violencia.

Bahrein intensificó las medidas de seguridad para garantizar el buen desarrollo del Gran Premio de Fórmula 1 y acusó a los opositores de propagar informaciones de disturbios para evitar la celebración del evento deportivo, según el portavoz del gobierno, Samira Rajab.

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