Visión financiera/Georgina Howard
La delincuencia azota a los mexiquenses
No es cuestión de cifras ya. No es asunto de política. La realidad es que los niveles de delincuencia en el estado de México alcanzan niveles de alarma. Millones de quienes a diario salen a trabajar ya sea en oficinas o comercios, establecidos o ambulantes, viven con miedo, con el Jesús en la boca.
Hace poco tiempo, unos meses acaso, el tema del asalto y violencia con tinte sexual en contra de una periodista de El Universal, acaparó la atención de ese medio y algunos otros. Pero ese es sólo uno de los centenares que a diario suceden.
Las pláticas nocturnas, en la merienda, de centenares o miles de familias, son en torno a la delincuencia. Hacer encuestas dentro de un círculo de allegados, arroja que, de cada cinco, tres o cuatro, han sido víctimas de un asalto con violencia.
Lo mismo en las modernas zonas comerciales y de complejos empresariales y de oficinas de satélite, que en las populosas colonias de Tlalnepantla, Naucalpan, Ecatepec no se diga, –es considerada la ciudad más insegura del país– o del otro lado Nezahualcóyotl, Texcoco, Chalco, Chimalhuacán, los sucesos violentos son cosa de todos los días.
A pie, a bordo de transportes públicos. Nada es seguro. Ya es una ruleta rusa salir a trabajar o a la escuela, porque los ladrones acechan en todos lados.
El Valle de Toluca no se salva. Usuarios del transporte urbano relatan como en pleno centro de la capital mexiquense, ya sea en la calle Lerdo o Rayón, –a escasos metros de la sede de la policía municipal–, han sufrido asaltos. A pie o a bordo de camiones urbanos. Y sin necesidad de recurrir a estadísticas, lo que más arrebatan a la gente son los celulares y dinero.
La señora Ernestina Estrada, por ejemplo, con domicilio en una colonia de las consideradas antes tranquilas de Toluca, la Universidad, narra que a su nieta le ha tocado tres veces ser asaltada. Una vez a pie en el Centro y dos más a bordo del camión que la lleva a la preparatoria, la ubicada en San Felipe Tlalmimilolpan de ese municipio.
Ya no hay zona segura. En colonias como la Juárez, también de Toluca, ya la gente decide mejor quedarse desde temprano en sus casas, porque los asaltos han sido recurrentes. A raíz de la última racha de presencia delincuencial, las autoridades envían rondines más frecuentes de patrullas, pero la realidad es que una sola poco puede hacer para inhibir a quienes delinquen.
No se trata de ser estridentes en las denuncias, sólo se trata de que los gobernantes tomen conciencia de que esta situación ya está en vías de causar una real insubordinación social. No son pocos los casos en que los agredidos logran someter a los ladrones y los linchan o los dejan tan golpeados que quizá el escarmiento alcance para su regeneración.
En la mayoría de las ocasiones, cuando hay linchamientos, curiosamente las patrullas llegan muy rápido, pero cuando sólo hay una denuncia o petición de auxilio, siempre tardan. Ellos dan la pauta para que la gente sienta que debe tomar justicia por propia mano.
Este miedo en el que viven los mexiquenses es real. Y quiérase o no, podría verse reflejado en las urnas. Hay que ver que hay un solo político que les habla en su lenguaje o en la forma que quieren escuchar y ese es el dirigente de MORENA, Andrés Manuel López Obrador. Claro que quienes leen más y por lo menos se informan, entienden que él personalmente puede no ser un adalid de la rectitud y la honestidad, pero al menos les dice lo que les da esperanza. Cuidado con eso.
Por otro lado, este panorama preocupante es el que se conoce diario entre la gente trabajadora, esa a la que le quitan dinero y celulares y hasta vehículos a mano armada.
En el otro, el de la delincuencia organizada, hay versiones de que mantienen vigencia fuerte y tienen la fuerza para seguir cobrando cuotas a comercios, empresas y hasta a particulares solventes. Esa, es otra historia, pero igual, muy preocupante.
Eruviel sólo tiene Ahorrados $500,000
El Gobernador Eruviel Ávila Villegas, luego de esa plática que tuvo tan aparentemente cordial con el Presidente Enrique Peña Nieto, decidió hacer pública su declaración 3 de 3, donde revela que tiene tres casas en Ecatepec, una camioneta Chevrolet Tahoe modelo 2009 y 500 mil pesos en una cuenta bancaria, además de una tarjeta de crédito.
Además, emplazó a su gabinete para que hicieran lo propio. Lo cierto es que, con este paso, Eruviel pareciera que decidió endurecer su operación política en busca de ser el candidato del PRI a la Presidencia de la República. Aunque los enterados de la cosa pública, no le den muchas posibilidades.
Y es que el gobernador mexiquense ha cuidado su imagen. Sólo ventila lo que desea y en los medios que desea. Los reporteros locales, los que le cubren sus giras y que son cada vez menos, se quejan de que no tienen posibilidad alguna de la menor entrevista, mucho menos del intercambio de palabras de cordialidad o acercamiento.
Pero bueno, así le ha funcionado y así se han dejado someter los medios locales de comunicación. Nadie de los directivos parece descontento con esta situación. Además, están por ahora muy contentos porque los que buscan la candidatura a suceder a Eruviel Ávila Villegas, ya han empezado a invitarles el cafecito, el desayuno y una que otra comida.
Parece que con eso les basta. Mientras, los directores, jefes de redacción e información, diario andan en la lucha por cumplir los objetivos de informar y los financieros. Ellos si tienen que bregar, pero rodean la cúpula del poder. Tampoco tienen acceso real a ese círculo.