Escenario político
Fernando Zamora y la promesa fácil
Está en marcha el proceso electoral para renovar al poder ejecutivo del Estado de México. Se avecina pues primero la serie de procesos internos, –reales o simulados– dentro de los partidos políticos para elegir cada uno a su candidato.
Viene pues la etapa de las promesas fáciles, de los compromisos que en gran porcentaje no se van a cumplir. Esto como referencia del caso de un candidato a la presidencia municipal de Toluca, –a la postre ganador de la elección constitucional– que, bajo las siglas del PRI, hizo una promesa que a simple vista parece simple, fácil incluso de cumplir, pero que ahora desde la alcaldía, Fernando Zamora, ni siquiera parece recordar.
Grabada una entrevista con la agencia Quadratín, el ahora alcalde dijo en campaña que durante los primeros meses de su gestión, iba a subsanar el grave problema de los baches en las calles de la capital mexiquense e incluso de sus comunidades.
¿Va a atender este problema incluso en comunidades como San Pablo Autopan, San Juan Tilapa, Tlacotepec, Capultitlán, ¿que tienen años sin recibir atención en este sentido? ¿Está seguro de que vamos a tener una ciudad sin baches?
Contestó muy tajante que sí, que la capital sería una ciudad sin baches. Y la realidad es que esa promesa tan aparentemente sencilla, fácil de ejecutar en por lo menos algunas comunidades, o vaya en la propia zona centro de la ciudad, simple y sencillamente no se ha cumplido. Las calles y avenidas algunas incluso de las más importantes del Primer Cuadro de la ciudad, parecen zona de hoyos y no pequeños, nada pequeños.
De las comunidades rurales de la capital mexiquense, ni se diga, las mencionadas San Juan Tilapa, Capultitlán, Tlacotepec, San Pablo Autopan o colonias urbanas como La Nueva Oxtotitlán, San Buena Ventura, son zonas de auténtico peligro para los automovilistas y los propios peatones.
El alcalde Fernando Zamora no ha cumplido pues, con esa parte. Pero no se trata de señalar a uno sólo de los alcaldes. De todos los partidos políticos hay alcaldes observados por su incumplimiento de promesas de campaña y hay otros que incluso destacan por su soberbia.
La alcaldesa panista de Atizapán de Zaragoza, Ana Balderas, se indignó cuando una reportera le cuestionó acerca de los lujos que se da mientras el ayuntamiento enfrenta severa crisis económica. La señora gastó 900 mil pesos en remodelar su oficina, adquirió una camioneta cercana al valor de un millón de pesos y bueno, viste ropa fina, de marca, porta también lujosa y vistosa joyería.
La alcaldesa enojada le dijo “pinche vieja estúpida”. Esa es su manera de encarar los cuestionamientos. Con groserías y con altanería.
En fin, si vamos a analizar a cada uno de los alcaldes mexiquenses, que apenas tienen unos meses en el cargo, la verdad es que la decepción va a ser casi generalizada, porque de aquellas personas sencillas, amables, sonrientes que andaban calle por calle y casa por casa pidiendo el voto, ya no queda nada.
Lo que deberían entender es que los ciudadanos tienen demasiado pronto la oportunidad en las urnas, de cobrarse esas afrentas y esos desaires.
Apenas un año después, los partidos van a enfrentar al electorado una vez más, ahora para la elección de gobernador. Y no se trata de generalizar o de que paguen justos por pecadores, pero la realidad es que tienen mucha razón quienes dicen y aseguran que tenemos los gobernantes que merecemos.
Dice el IEEM que no hay Focos rojos en el Edomex
El presidente del Consejo del Instituto Electoral del Estado de México, Pedro Zamudio Godínez, asegura tajante que, de cara al proceso electoral mexiquense, “no hay focos rojos” marcados por la delincuencia”.
En principio, parece tener razón, porque la prueba de fuego en ese sentido fue hace unos meses, hace un año, cuando se eligieron alcaldes y diputados locales. La realidad es que para la definición en las urnas de quien será el próximo gobernador, pueden no existir focos rojos que impidan la celebración de la jornada o incluso del proselitismo de los candidatos.
Pero eso no quiere decir que los mexiquenses no padecen día con día el azote de los asaltos, robos a mano armada y homicidios dolosos. Ojalá que quien llegue al Gobierno si traiga una agenda real y pragmática en estos temas.
Por lo demás, en estos días el consejo general del IEEM prepara la agenda de las elecciones. Se entiende contratarán a un ejército de personas para que apoyen en la preparación de la jornada, que vigilen que los partidos y sus candidatos cumplan con la ley, que no rebasen topes de campaña, etc.
Es evidente que este proceso electoral en el estado de México, es, como siempre ha sido, la antesala más indicativa de la elección presidencial.
Sin menosprecio o desdén a otras entidades del país, la joya de la corona es el estado de México, además de que marca una tendencia clara de cómo vendrá la elección presidencial. Marca tendencias y medición de fuerzas políticas y de grupos de todos los partidos.
Es de esperar que este proceso se desarrolle en paz social y, sobre todo, que realmente sea una sacudida política para todos los partidos. La ciudadanía tiene la palabra.