Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
En algunas regiones del Edomex se respira el miedo
Recientemente, apenas hace unos días, el gobernador Eruviel Ávila Villegas presentó su penúltimo informe de gobierno. El quinto. Y ciertamente presenta varios logros en materia de empleo, de estructura, de obras públicas. Pero es innegable que la gran factura pendiente es la gran inseguridad pública.
No es exageración decir que en algunas regiones del estado de México, se respira el miedo. Basta preguntarle a cualquier ciudadano normal de, por ejemplo, la capital, Toluca, si acepta una invitación a un trabajo eventual o incluso solo a una comida al sur. A Tejupilco, Amatepec, Tlatlaya, por citar un ejemplo.
La respuesta es un rotundo no, porque las condiciones de inseguridad son muy altas, como decíamos, se respira el miedo. Ciertamente los lugareños de esas regiones ya se acostumbraron o resignaron a vivir en medio de posibles balaceras o asaltos, o levantones, o incluso secuestros.
Es más, entre ellos, –los lugareños–, hablan de hombres y de nombres de gente considerada como peligrosa. Todos ellos de boca en boca revelan quienes son los autores o causantes de la inseguridad. Lo curioso es que casi siempre las autoridades dicen no saber gran cosa o a veces nada.
En la prensa nacional se habla una y otra vez en columnas periodísticas de los autores intelectuales y materiales de secuestros, de asaltos, de crimen organizado pues. Pero la situación sigue igual.
Es más, los propios alcaldes de esas regiones del sur del Estado, como Tejupilco, amatepec, Tlatlaya, Luvianos, o del otro lado, Zacualpan, Almoloya de Alquisiras, Texcaltitlán, Sultepec, Tonatico, Coatepec Harinas, Ixtapan de la Sal, Villa Guerrero, no las tienen todas consigo. Saben que conviven con personas consideradas peligrosas, pero tienen que echar mano de todos sus recursos para que los dejen trabajar en paz. De combatirlos mejor ni hablamos, esa es una obligación estatal.
Ahora, del lado de la zona llamada metropolitana o conurbada con la Ciudad de México, los asaltos a transporte público, a automovilistas, son cosa de todos los días, quienes radican en esas regiones de Naucalpan, Tlalnepantla, Ecatepec, Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán Izcalli, o del otro lado Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Chalco, o no bueno, el tenebroso Los Reyes la Paz, saben que al salir de sus casas lo hacen con la zozobra de no saber si regresarán con bien.
No es exageración, es la realidad en la que viven miles y miles de habitantes del Estado de México.
Ahora, si hablamos de la zona poniente del Estado, los límites con Michoacán, en municipios como Villa Victoria, Villa de Allende, Ixtapan del Oro, Valle de Bravo, Santo Tomás de los Plátanos, o la tan popular Zacazonapan, -por aquello de la canción-, son cientos de casos en que medianos comerciantes, -ferreteros, vendedores de autos, u otros-, han debido cerrar sus negocios.
Emigran simplemente a la capital porque no pueden pagar las cuotas y mantenerse a si mismos y a sus familias. En la zona norte de la entidad, es donde aparentemente podría decirse que la situación está menos tensa, sin que eso la haga exenta de asesinatos y algunos levantones del crimen organizado. Es decir, si bien es cierto que hay avances en algunos rubros, en materia de seguridad y generación de empleo, el gobierno de Eruviel queda a deber.
Ahora, hay que decir que gran parte del hecho de que Eruviel no tenga un gobierno plagado de escándalos mediáticos, es que ha sabido controlar, -esa es la palabra, controlar- a la mayoría de medios de comunicación locales y seducido a los nacionales con la tradicional relación de zalamería y publicidad.
Eso le ha permitido a la actual administración tener un gobierno alejado mas o menos de escándalos, pero eso no quiere decir que todo esté bien.
Es de esperar que la ciudadanía haga un balance real de la situación que vive el Estado de México y refleje su sentir en las urnas el próximo año, cuando se renovará el Gobierno mexiquense.
PRD, desesperado por Lograr alianza con el PAN
La verdad es que a unos meses de que se definan las candidaturas de los partidos políticos al gobierno del estado de México, el PRD, con la pauta de su dirigente Alejandra Barrales, parece desesperado, urgido de concretar la alianza con el PAN.
Así lo manifiesta la propia Barrales en cada foro donde se presenta. Aunque el tema sea otro, la dirigente del sol azteca lleva a la palestra el tema del Estado de México y la necesidad de concretar una gran alianza, un gran frente opositor del que claro, ellos quieren ser los líderes.
Hay que señalar que todo indica que el PAN ya les dio el sí, pero no saben cuando ni con quien. Hasta ahora la candidata que encabeza las preferencias electorales es Josefina Vázquez Mota.
Y si se concreta el triunfo de Hilary Clinton en Estados Unidos, nadie dude que se genere una inercia electoral feminista que le beneficie a la ex abanderada presidencial panista. Y si el estado de México esa y ha sido considerado siempre el laboratorio político del país, pues sería aquí donde podría emerger también la primera mujer gobernadora.