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Escenario político
¿Cómo jugará Eruviel Ávila en su sucesión?
Hace casi seis años, precisamente por estas fechas, Eruviel Ávila Villegas, reforzaba su operación política en busca de la nominación del PRI al gobierno del estado de México. El amplio favorito y a quien todos daban por hecho sería el abanderado, era Alfredo del Mazo, tercera generación de una dinastía de gran abolengo en el servicio público mexiquense, cuyo abuelo y padre ya habían sido mandatarios mexiquenses.
Pero desde la dirigencia de la agrupación más importante de alcaldes, el ex presidente municipal de Ecatepec –jurisdicción más poblada del país– operaba fino, manejaba los hilos de la estructura tricolor que se encontraba en el poder. Pero por si eso fuera poco, guardaba un as bajo la manga para ganar en la contienda interna contra el poderoso Alfredo del Mazo, miembro del llamado Grupo Atlacomulco.
Ese as bajo la manga, que por aquellos días apenas era un rumor, era una negociación bajo la mesa política con el PAN y el PRD que, en caso de no alcanzar la postulación tricolor, le ofertaban o aceptaban abanderarlo en alianza hacia el Palacio de Gobierno de Toluca.
Un destacado miembro de la dirigencia perredista confirma esta versión –a condición momentánea de mantener el anonimato por prudencia política–, esgrimió. Y mientras da un sorbo a su café, se recarga en la silla como para recordar aquellos días en los que fue pieza clave de esa negociación.
Y cerca de la fecha clave de nominación, cuando muchos cuadros y miembros de la estructura política encaminaban sus pasos hacia Huixquilucan para vitorear a Alfredo del Mazo, desde la dirigencia del PRI se daba a conocer la decisión: Eruviel Ávila Villegas era el ganador de la contienda interna.
Y la sorpresa cundió no solo en las filas priístas, sino en casi todos los sectores interesados o informados de política. Y los rumores, las versiones corrían en los ámbitos relacionados con el quehacer público. Eruviel presionó al entonces gobernador Enrique Peña Nieto –en aquellos tiempos ya muy aventajado en la carrera presidencial– y advirtió que, de no ser nominado, se iría a competir en una eventual alianza PAN-PRD.
La versión de las supuestas negociaciones con ambos partidos, es corroborada a este espacio por este encumbrado perredista. Y esta información viene a cuento ahora, porque otra vez, el estado de México entrará en proceso para que sea renovado el poder Ejecutivo.
Y las apuestas son en el sentido de atinar quien definirá al candidato, si será desde Los Pinos o desde la casa de la avenida Colón.
El gobernador Eruviel Ávila tiene su fortaleza en que políticamente se ha mantenido alejado de escándalos fuertes. A los dos años de su gestión la versión de que sería relevado del cargo fue muy fuerte y, sin embargo, se mantuvo. No sólo eso, recabó mayor poder de operación, al grado de que en las áreas más significativas puso a cuadros operativos de su equipo, como Erasto Martínez en Finanzas y Raymundo Martínez Carbajal en Educación, tan sólo por citar dos casos.
Operativamente tiene un gobierno eficiente, aunque el talón de Aquiles es, como en muchos otros estados del país, la inseguridad, con su tierra, Ecatepec, como el caso más escandaloso en cuanto a cifras cotidianas de ilícitos.
Pero, además, el gobernador ha mantenido un blindaje muy sólido por cuanto a la protección de su imagen pública. Mantiene copados a los medios de comunicación locales y refuerza cada vez más su relación con los llamados nacionales. Esta medida le ha resultado tan eficaz que hasta tiene figura de “presidenciable”.
Es evidente que, si el mandatario mexiquense tuviera mano en la decisión priísta que viene, el candidato emanará de cuadros afines a él, que sin embargo han mantenido mediano y bajo perfil para no ser golpeados, como son los casos de Erasto Martínez, Raymundo Martínez Carbajal y hasta el coordinador de la bancada priísta del Congreso local, Cruz Juvenal Roa. Hay que recordar que el actual presidente Enrique Peña Nieto pasó por esa posición cameral.
José Manzur, el secretario de Gobierno, de gran capacidad y poder operativo, se ubicaría como el punto de mediación entre los intereses de los grupos de Los Pinos y la casa de Colón. Sin embargo, su operación política anticipada con los alcaldes, podría generarle algunas inconformidades de quienes buscan también la postulación.
Del lado de los llamados funcionarios o políticos que juegan en el ámbito nacional, ya dijimos que Ernesto Nemer, Carolina Monroy y la recientemente incorporada al gabinete estatal, Ana Lilia Herrera Anzaldo, estarán a la caza de alguna oportunidad.
Todo esto, claro, si no se abre a cabalidad que Luis Videgaray Caso, el poderoso secretario de Hacienda federal, buscara regresar a Toluca, pero ahora al despacho del Ejecutivo mexiquense.
Hace seis años, por estas fechas, Eruviel Ávila tenía su as bajo la manga y le salió la jugada política. Ahora, quizá quienes actúan bajo su tutela desearía que tuviera otro argumento sorpresivo y sólido, para que los usara en su favor.
Sin embargo, en caso de poseer ese as, seguramente el mandatario mexiquense lo utilizaría prioritariamente para su propio beneficio en la carrera por la nominación del PRI a la Presidencia de la República.
Dentro de todo, el escenario por el momento, no pinta como peligroso en el PRI, al menos hacia el interior. Se entiende que habrá acuerdo político entre los grupos y que los golpeteos previos a la nominación de su candidato, serán apenas normales, sin excesos. Por lo pronto, hay que esperar.